22 de abril, 2017 — Unas 325 millones de personas viven con una infección crónica de hepatitis B o C en el mundo y muy pocas lo saben, según cifras publicadas este viernes por la Organización mundial de la Salud (OMS).
La OMS ha solicitado un plan global para luchar contra esas enfermedades virales, que padecen millones de personas y que constituyen un grave problema de salud.
Según su informe anual sobre esta dolencia, la mayoría de esta población no está sometida a análisis y no tiene acceso a los tratamientos, por lo que corren el riesgo de desarrollar una enfermedad crónica o un cáncer que causen la muerte.
En declaraciones a la prensa, el doctor Gottfried Hirnschall, director del Programa contra la Hepatitis en la OMS, dijo que el documento por primera vez ofrece estimados mundiales y regionales sobre la incidencia y mortalidad de la dolencia.
“Si estas personas continúan sin recibir tratamiento, a largo plazo, muchos de ellos padecerán enfermedades letales, como la cirrosis y el cáncer del hígado. Se estima que cada año la hepatitis viral mata a 1,34 millones de personas, cifra comparable a las muertes causadas por la tuberculosis y el sida”, dijo el experto.
El virus de la hepatitis B es transmitido entre las personas a través de contacto con la sangre u otros fluidos corporales. El virus de la hepatitis C se disemina a través de contacto directo con sangre infectada.
La ciudad brasileña de Sao Paula albergará del 1 al 3 de noviembre una cumbre mundial contra la hepatitis organizada conjuntamente por la OMS, Brasil y la Alianza Mundial contra la Hepatitis.