Ahuizote Agencia de Información Ahuizote.com
Por Víctor Ardura.-
(11-08-12) A media noche sonó el teléfono. Al contestar una voz amiga me informó que no pudo llegar a la Ciudad de Morelia. Los detalles que me dio fue que el autobús en que viajaba, de la línea ETN, se negaba a sortear el paso pues otros vehículos del transporte habían sido agredidos. «Por su propia seguridad nos regresamos. El que quiera quedarse, quédese» .
Mi amigo dijo que en el ambiente se notaba una cierta violencia y que pese a haber transcurrido las tres cuartas partes del camino prefería regresar. Le pregunté por su estado y por algunos datos de la situación. Nos despedimos.
Lo sucedido a mi amigo no es mas que una pinta en rojo de lo que se convirtió Michoacán el día de ayer. El asunto comenzó en Apatzingán donde se enfrentaron soldados y sicarios de manera desigual: cinco sicarios muertos, igual número de uniformados heridos. Por la noche, cuando me llamó mi amigo aquello era un paisaje de terror.
Pero el asunto no paraba ahí. En el Oriente del Estado, la delincuencia organizada confiscó vehículos a particulares, incluso unos de gran tamaño de los que transportan automóviles. Y así en otros lugares de la región.
Se sabe que en Lázaro Cárdenas también sustrajeron vehículos y en Uruapan, aunque no hubo operativos de la delincuencia la policía se acuarteló. Si uno ve las fotografías se aprecian realmente imágenes impresionantes. Columnas de humo y llamas inician su viaje inquietante a las alturas.
Fue una jornada evidentemente de miedo. En estos momentos la población se siente angustiada por los acontecimientos y por lo que sucederá mañana o en los siguientes días. El gobierno del estado emitió un boletín oficial u oficialezco que quiere meter calma pero no convence a nadie. La lucha la dio el ejercito mexicano y la policía estatal simplemente se atrincheró. Habría que recordar que esta administración en tan poco tiempo emite expresiones pero no hechos.
