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Columna Política «elquenocae…», Por Leopoldo G. Arenas (17-IV-17).- Al más puro estilo Priista aprovechando el período vacacional, el gobierno federal logra la captura de dos ex gobernadores prófugos, el primero de Tamaulipas y segundo de Veracruz.
A uno se le liga con grupos de delincuencia organizada, el segundo, creador de su propio grupo y familia delincuencial.
Lo interesante de las capturas, no es el hecho en sí mismo, sino la manera en que se acopla a la temporada electoral que se está viviendo.
Mediáticamente el asunto Veracruz traspasó los límites del Estado y se convirtió en clara referencia de todo aquello que no debe realizar un mandatario con su familia y amigos.
Las situaciones que día a día sale a la luz pública han llegado a parecer de novela de terror, lo que ha dejado un mensaje por demás negativo en los electores, mismo que está siendo utilizado de manera más que reiterativa por los partidos de oposición, recordándole al público cual partido político, postulo y apoyo a tan singular personaje.
El daño en imagen ha sido enorme, los estrategas políticos están nadando contracorriente tratando de revertirlo, el problema estriba en la manera en que esto sucede.
Exactamente a los seis meses de su supuesta huida, aparece Duarte, misteriosamente, su familia e hijos, viviendo en Chiapas, viajan a la ciudad de Toluca y toman un jet privado con destino a Guatemala, son detectados por las autoridades migratorias y hacendarias mismas que les ponen lo que en términos policiales se conoce como “campana” (son seguidos).
Ya en territorio Guatemalteco, se encuentran con el prófugo más famoso y al notarlo los expertos investigadores nacionales, acuden a la autoridad del país, solicitan su detención, llaman a la habitación y de la manera más pacífica, logran que el fugitivo salga de su suite y se entregue voluntariamente.
De manera misteriosa, el ex gobernador posa para un sinnúmero de fotografías saliendo en todas ellas con una gran sonrisa. (Nadie le aviso que tenía que actuar compungido como corresponde a todo ser humano que supuestamente perderá su libertad por un número importante de años)
De manera inmediata, el vocero extraoficial del Presidente Peña (Carlos Loret), realiza el anuncio con bombo y platillo, se difunden las imágenes sin revisarlas (por lo de la gran sonrisa), y se señala que en un máximo de dos meses, el presunto delincuente, estará siendo entregado a las autoridades de nuestro país para ser sometido a juicio, el cual por cierto, será en el ámbito federal, para mantener controlados los delitos por los cuales enfrentará a la autoridad jurisdiccional.
Lo anterior representa que exactamente dos semanas antes de las elecciones locales que se celebraran en cuatro estados y que incluyen tanto al estado que el sujeto gobernó como el natal del presidente. En todos los medios, televisión, internet, prensa, radio y redes sociales, la noticia principal no serán los candidatos, sino el éxito obtenido por el gobierno, al lograr la repatriación del famoso sujeto.
Durante los días anteriores a la emisión del voto, seremos prácticamente saturados con todo tipo de mensajes que resaltarán el éxito obtenido, desde ingeniosos “ memes” hasta los análisis de opinión de los expertos más reconocidos en todo tipo de asuntos sin importancia.
Conociendo la forma de actuar y pensar del grueso de la población electoralmente activa, el voto emitido terminará beneficiando al sistema establecido.
El éxito de los publicista esta asegurado ya ni que hablar del electoral.
Porque creen que en todas las fotos sale sonriendo, finalmente terminará siendo el héroe que salva a su partido.
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