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Columna Política «elquenocae…», Por Leopoldo G. Arenas (21-III-17).- En nuestro país existen temas que para ser abordados, tiene que hacerse con precaución en extremo; política religión y futbol representan la pasión nacional, tocarlos en una reunión, representa discusión.
Arriba de estos temas, solo dos completamente TABUS, la Virgen de Guadalupe y Benito Juárez; para la primera, mis respetos, forma parte del sistema de valores ético-morales de nuestra nación y es un factor de unidad en estos difíciles tiempos.
Benito Juárez tema aparte, durante más de cien años, el símbolo que ha permitido justificar todo por parte del aparato de estado.
Dentro del mausoleo de la historia nacional, solo un hombre ha sido mitificado hasta la saciedad, utilizado como ejemplo de lucha, perseverancia, desarrollo y superación social; para los grupos de poder ganadores, un verdadero súper héroe.
Sé que muchos al leer estas líneas, no estarán de acuerdo, eso es bueno, fomenta el debate y forma parte del proceso para conocer al hombre oculto detrás del mito.
Leer su biografía, no tiene caso, simplemente ha sido tan grande la mitificación oficial, que los datos no cuadran.
Aprende idiomas en segundos, actor y aprendiz de sacerdote, carrera laboral y politica a velocidad luz, puestos y asensos tanto políticos como académicos en días, al grado de llegar a ocupar varios al mismo tiempo, según las biografías oficiales
Los maestros de la pluma y el bolígrafo olvidaron la falta de sistemas de comunicación, los tiempos de tránsito en el correo epistolar y el aislamiento tradicional de Oaxaca (más si nos ubicamos en la primera mitad del siglo XIX).
Las traiciones familiares, primero a su tío al abandonarlo después de perder una oveja, huyendo para evitar el castigo, después a su protector y tutor, un clérigo que confió ciegamente en él, continuando con su primera mujer que sin importar la existencia de varias hijas termina cambiando por una menor de edad, hija de un comerciante extranjero y pudiente.
Hombre de claros y obscuros, nunca pudo deslindarse de sus sentimientos de inferioridad, para sus enemigos ni aun vencidos demostró piedad.
Dos detalles lo caracterizaron, mismos que han sido ocultados por la historia oficial, la admiración que sentía por los gringos y su necesidad de ser reconocido por ellos.
Y es este el más oculto detalle, el tratado McLANE-OCAMPO firmado en el puerto de Veracruz el 14 de diciembre de 1859.
El tratado habría vendido a perpetuidad el derecho de tránsito por el istmo de Tehuantepec a los Estados Unidos, cediendo el control de esta importante franja de tierra que inicia en Coatzacoalcos y que termina en el Pacífico; de igual manera, un corredor que principiaba en Guaymas y terminaba Nogales y finalmente un tercer tramo entre Mazatlán con Matamoros.
El tratado fue firmado, por suerte para nuestro País no alcanzo a ser ratificado por el Congreso Norteamericano, la guerra de secesión lo impidió.
Amante de la democracia no fue, varios periodos constitucionales ocupo, incurriendo en fraude en su última reelección, motivando a uno de los héroes de la intervención francesa a promulgar el Plan de la Noria en el cual se desconoce su gobierno y se insta a la insurrección.
En su última noche antes de morir, alcanzo a escribir una frase que demuestra su pensamiento “la dictadura o la centralización del poder pueden ser un remedio para aquellos que atentan contra las instituciones, la libertad o la paz”.
Doscientos once años han pasado desde su natalicio, su papel en la historia no lo podemos negar, pero también es necesario desmitificarlo, de otro manera México como Nación, no podrá reconciliarse con su verdadero pasado, los problemas del presente seguirán justificándose en mentiras que solo le permiten beneficios a los grupos en el poder, grupos que tienen su origen, en esta tradición Juarista.
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