17 de marzo, 2017 — A un año del cierre de las fronteras de los Balcanes y de la declaración de la UE-Turquía destinada a detener los flujos migratorios masivos, los niños refugiados y migrantes corren mayores riesgos de deportación, detención, explotación y privación.
El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) advirtió hoy en un comunicado que estas medidas, en lugar de detener el flujo han llevado a los niños y a sus familias a tomar sus propias iniciativas y a emprender rutas aún más peligrosas e irregulares con contrabandistas.
El director regional de UNICEF y coordinador especial para la crisis de migrantes y refugiados en Europa, Afshan Khan, afirmó que aunque ha habido una importante disminución del movimiento de menores desde marzo del pasado año, se percibe un incremento de las amenazas y las penurias que padecen los niños migrantes y refugiados.
Añadió que se presencia un círculo vicioso en el que los niños huyen del sufrimiento y terminan huyendo nuevamente o son sometidos a detenciones de facto o a una desatención total.
Según el personal de UNICEF en Grecia, en ese país existen profundos niveles de angustia y frustración entre los niños y sus familias.
El comunicado señaló que a pesar de la reciente mejora de las condiciones de vida, algunos niños no acompañados en refugios sufren de angustia psicosocial y presentan altos niveles de ansiedad, agresión y violencia, además de conductas de alto riesgo como las drogas y la prostitución.