16 de febrero, 2017 — El coordinador especial para el Proceso de Paz en Medio Oriente aludió hoy al extremismo, la intolerancia, la violencia y el radicalismo religioso que plaga esa región y afirmó que el conflicto palestino-israelí no es inmune a esa amenaza.
Durante una sesión del Consejo de Seguridad, Nickolay Mladenov rindió el informe periódico de la situación en esa zona del mundo, alertando sobre el aumento del enojo y los enfoques radicales que ganan terreno en el discurso de ambas partes pese a que los líderes reconocen la necesidad de cooperación en materia de seguridad.
“Es vital que entendamos que no podemos permitir nunca que el conflicto palestino-israelí caiga en el abismo del extremismo que asola la región. Los palestinos, los israelíes y la comunidad internacional tienen el deber de actuar con responsabilidad, evitar la escalada de tensiones, abstenerse de tomar medidas unilaterales y trabajar unidos para la paz. Desafortunadamente, en este momento las acciones unilaterales están colocando a las partes en el peligroso camino del enfrentamiento”, puntualizó.
Mladenov citó, en este contexto, la ley que regularizó retroactivamente los asentamientos en territorios palestinos de la Cisjordania ocupada y advirtió que dicha legislación tendrá consecuencias de gran alcance para Israel, además de que socava la solución de dos Estados.
Mencionó, del mismo modo, la autorización para construir nuevos asentamientos y subrayó la ilegalidad de esas decisiones.
El diplomático se pronunció también contra la estrategia de “administrar” el conflicto indefinidamente y afirmó que la solución de dos Estados es la única vía para satisfacer las aspiraciones nacionales legítimas de los dos pueblos.
Finalmente, urgió a los líderes de ambas partes a esforzarse por conseguir un futuro de respeto mutuo, oportunidades y paz.