Inundarían las canchas de la Liga Municipal (Columna «Bajo la Lupa»)

Cuando las obras no se planean, sino que se realizan solo por presumir que se hace “obra pública” resulta que tales obras se hacen con malísima calidad, además de mal hechas y esa falta de planeación generalmente trae consigo afectaciones a los vecinos de donde se realizan tales obras.

Lo anterior viene a cuento, porque la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Gobierno del Estado, desde mayo del 2016, inició la modernización del libramiento de Morelia con una inversión inicial de 100 millones de pesos para pavimentar con concreto hidráulico 5 tramos de dicho libramiento, de los cuales 4 ya están terminados, el del tecnológico, salida a Charo o las tijeras, salida a mil cumbres y el tramo frente a la tienda cosco, solo falta por terminar el que se ubica frente a las canchas de la Liga Municipal, de Fut Bol Morelia, también conocidas como Policía y Tránsito.

En este último tramo, es donde “la puerca torció el rabo”, pues como es bien sabido, en esa zona ocurren severas inundaciones que año con año bloquean las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, de la Procuraduría General de Justicia, de la Delegación Federal de la Secretaría del Trabajo, del Colegio de Bachilleres y antes de que se mudara, a las de la Procuraduría General de la República, pues ahora que están pavimentando ese tramo del libramiento, a los “técnicos” se les ha ocurrido que pueden resolver en gran parte el problema de las inundaciones, para lo que dispusieron la construcción de un “dren” que llevaría las aguas a descargarse en las canchas de la liga municipal, así de simple la solución.

Al enterarse de la construcción del citado “dren” y consultar a dónde descargarían las aguas que conducirá, se dieron cuenta que las aguas descargarían precisamente en las canchas ubicadas al norte de la unidad deportiva, lo que provocaría la inundación de por lo menos 20 canchas, es decir, el 50% del total de canchas de que dispone la liga, durante 3 a 5 meses, a más que se pudriría el pasto que con muchos esfuerzos han plantado en dichas canchas durante muchos años.

Según GABRIEL PRADO FERNÁNDEZ, Presidente de la Liga Municipal de Fut Bol Morelia, durante 16 años han invertido más de 100 millones de pesos en subir el nivel de las canchas, emparejarlas y empastarlas para beneficio de los casi 20 mil futbolistas miembros de esa liga, de manera que no están dispuestos a que se destruya lo que con muchos sacrificios han construido durante tantos años.

Así las cosas, dirigentes y futbolistas se han organizado y mediante un plantón en la obra, están impidiendo que ésta avance y de no tener una respuesta satisfactoria de las autoridades responsables, se movilizarán para impedir que sus instalaciones se destruyan en las próximas lluvias. Como dijera el divo de Parácuaro: “Pero qué necesidad”. Ojalá que el gobernador del estado SILVANO AUREOLES CONEJO tome cartas en el asunto e impida que con ésta obra se afecte a los más de 20 mil futbolistas que practican ese deporte en nuestra ciudad capital, pues según los dirigentes de la liga municipal de Morelia, con solo continuar el dren hasta desembocar al río grande de Morelia, el problema se solucionaría.

Uno de los grandes orgullos de los michoacanos a lo largo de la historia, son sin duda sus lagos y lagunas; bueno hasta en las manifestaciones musicales ocupan un lugar preponderante, sin embargo, a lo largo de esa misma historia, los que estamos dizque orgullos de tales mantos acuíferos, nos hemos encargado de depredarlos y condenarlos a muerte.

Esa muerte lenta de nuestros lagos, es manifiesta simplemente con observar cuanto se ha reducido el espejo del agua en el Lago de Pátzcuaro y cuando se hace el paseo en lancha hacía la Isla de Janitzio, se percata cualquiera de que la profundidad del lago ya es muy poca. Los expertos se han cansado de señalar esa alarma de la muy cercana desaparición del lago, por la criminal deforestación que han hecho en sus riberas y las montañas que colindan con él.

A lo anterior, habrá que sumarle la invasión durante muchos años de la plaga del lirio acuático, cuyo desarrollo contribuye enormemente al azolve del vaso del lago. Durante muchos años, los gobiernos federal y estatal han hecho “esfuerzos” por combatir la depredación del lago sin lograrlo, a pesar de que se le han invertido cientos de millones de pesos, solo que oficialmente se invierten, pero en la realidad se roban el dinero y hacen como que lo rescatan, pero nada más, gobiernos van y viene, pero ninguno asume con responsabilidad el problema y trata de resolverlo en serio.

Sí el caso del Lago de Pátzcuaro es muy, pero muy grave, el del Lago de Cuitzeo es dramáticamente grave, pues no solo por tener la característica de tener aguas salinas, sino que lo han convertido a lo largo de los años en el depósito de los excrementos de la Ciudad de Morelia, pues el Río Grande de Morelia, descarga en su lecho sus aguas, la mayoría pútridas. Según datos del INEGI, la cuenca hidrológica del lago de Cuitzeo cubre un área de 4026 km². Se alimenta principalmente del Río Grande de Morelia, que desemboca en el lago en un humedal cerca del poblado de Felipe Carrillo Puerto (municipio de Álvaro Obregón, Mich.)

Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, la cuenca del lago de Cuitzeo se encuentra en una situación de extrema alteración con respecto a su dinámica funcional. Esto tiene que ver con diversos aspectos perturbadores, como la desmesura en la desviación y extracción de agua para fines agropecuarios y pecuarios, la contaminación urbana y por medio de fertilizantes, la tala ilegal, además de problemas asociados al cambio climático. Esto ha reducido dramáticamente la extensión del lago, aumentado su salinidad y fomentado la proliferación de malezas acuáticas. La población local también se ha visto afectada por algunos de estos aspectos y ya resiente problemas económicos, climáticos y de salud.

En la época de estío, gran parte del lago se seca provocando con ello grandes y frecuentes “tolvaneras” que están perjudicando gravemente la salud de los habitantes de los municipios que se ubican al derredor de dicho lago, como Cuitzeo, Huandacareo, Chucándiro y Copándaro de Galeana.

Al respecto, habitantes y organizaciones sociales de dichos municipios han denunciado que las autoridades federales y del estado, han hecho caso omiso a las demandas de la ciudadanía, sobre todo en la alerta sanitaria por las tolvaneras, pues no solo padecen enfermedades respiratorias y gastrointestinales, sino que ya están mutando y las enfermedades se están tornando graves, sin que las autoridades de salud se preocupen por ello.

Igualmente denuncian a las autoridades de CONAGUA del gobierno federal y de la Comisión Estatal de Agua y Gestión de Cuencas del gobierno del estado, intervengan, pues es claro que una primera y urgente respuesta al problema, sería evitar que esa zona del lago se secara, sin embargo, según GERMÁN TENA, Coordinador General de la Comisión Estatal de Agua y Gestión de Cuencas, gran parte del problema se debe a que las plantas tratadora de aguas residuales de los municipios conurbados en la cuenca del lago, no funcionan y otras están en proceso de construcción, por lo que los niveles de agua en el lago no es posible controlarlos a lo largo del año y no hay recursos para resolver este problema.

Lo que sí es cierto es que los municipios de la ribera del lago de Cuitzeo están el alerta sanitaria máxima por las tolvaneras, que están generando graves problemas de salud en esos municipios y la respuesta de las autoridades estatales y federales no llega.