Aunque las fechas pueden variar, todas las culturas que existen en el mundo celebran el Año Nuevo. Pero ¿sabes por qué? ¿cuándo empezó la tradición?
Reseñas históricas indican que el registro más antiguo de la celebración del Año Nuevo llega desde el Akitu, un festival babilónico hace más de cuatro mil años. La primera luna nueva después del equinoccio vernal (marzo), el día con la misma cantidad de luz solar y oscuridad, anunciaba el inicio de un nuevo año, marcado también con la ceremonia en que se coronaba al rey o éste renovaba simbólicamente su gobierno.
Desde entonces, todas las culturas celebran el comienzo de un nuevo año. “En todas hay rituales sobre el cambio de ciclo, asociado a procesos naturales, pasar de la época seca a la lluviosa, a las cosechas, siembras. Independiente de cómo se manifieste”, explica Mauro Basaure, sociólogo citado por La Tercera.
El académico agrega que está asociado a una necesidad antropológica de establecer una parcialización del tiempo, “de que las cosas no solamente continúen, sino que haya un quiebre o reinicio”.
¿Y PORQUÉ EL 1 DE ENERO?
En Roma, fue Julio César quien en el año 46 a.C. modificó el calendario para que tuviera sincronía con el Sol. El año nuevo partía en enero, en honor a Jano, dios romano de los comienzos. Lo celebraban con fiestas, intercambio de regalos y decorando sus casas.
Pero en la Edad Media, los líderes cristianos consideraron la fiesta pagana y volvieron a cambiar la fecha por las celebraciones del 25 de diciembre y 25 de marzo (anunciación). Solo en 1582, el Papa Gregorio XIII restableció el 1 de enero como día de Año Nuevo, aunque varias culturas mantienen sus fechas originales y variables, como la china (19 de enero), judía (14 de septiembre) o la mapuche (21-24 de junio).
Con información de Perú.com