13 de diciembre, 2016 — Ante la caída inminente del último reducto de los grupos armados de oposición en Alepo oriental, el Consejo de Seguridad de la ONU celebró una sesión de emergencia solicitada por Francia y el Reino Unido.
Al intervenir en la reunión, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, criticó severamente a ese órgano por su incapacidad reiterada para encontrar una solución a la grave situación reportada en esa ciudad siria a pesar de las numerosas advertencias de que podría quedar totalmente destruida para finales de año.
“El Consejo de Seguridad no ha ejercido su responsabilidad preminente de mantener la paz y la seguridad internacionales. La historia nos juzgará, pero este fracaso nos obliga a hacer más por la protección del pueblo de Alepo,” dijo.
Ban subrayó que la tarea inmediata es hacer todo lo posible por evitar que continúe la carnicería y al acercarse el fin de la batalla, llamó al Gobierno sirio y a sus aliados rusos e iraníes a cumplir con sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario.
Asimismo, les solicitó que permitan que los civiles aún atrapados en Alepo oriental puedan salir del área y que accedan a la asistencia de emergencia ofrecida por actores humanitarios.
El titular de la ONU describió las últimas actividades realizadas por el Gobierno sirio como un esfuerzo por poner fin al conflicto interno mediante una victoria militar intransigente y absoluta y pronosticó que la conflagración no concluirá con lo que ocurra en el campo de batalla de Alepo, y que la crisis de refugiados no se resolverá con los avances militares.
“Tampoco la derrota del ISIS y su ideología venenosa se completará cuando finalmente se liberen Mosul y Raqqa. Eso es una quimera”, apuntó.
Durante la sesión, los representantes permanentes de Francia, el Reino Unido y Estados Unidos describieron lo que ocurrido en Alepo como la peor tragedia humanitaria en lo que va del Siglo 21 y lo compararon con el incidente de Guernica durante la guerra civil española.
Por su parte, el representante permanente ruso describió las alocuciones de la troika occidental como un ejemplo de hipocresía y de un juego cínico basado en manipulaciones y noticias falsas, al tiempo que recordó el papel que jugaron esos países en el surgimiento del ISIS y en la exacerbación de la crisis actual en la que se encuentra inmersa el país del Levante.