30 de noviembre, 2016 — A pesar del enorme progreso social registrado en el mundo, muchas personas continúan afrontando exclusión social y acceso limitado a las oportunidades políticas y económicas, advierte un nuevo estudio de Naciones Unidas.
El informe 2016 sobre la situación social en el mundo, titulado “No dejar a nadie atrás”, fue presentado hoy por el Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de la ONU (DESA).
Marta Roig, oficial de Asuntos Sociales de DESA y encargada de elaborar el informe, afirmó que hay ciertos grupos de la población que están quedándose atrás o son excluidos.
“Entre ellos se encuentran las mujeres, la gente joven, las personas de edad, las personas que pertenecen a minorías étnicas o raciales, los migrantes tanto internos como internacionales, las personas con discapacidades”, precisó.
Los datos, tanto de países industrializados como en vías de desarrollo muestran que, por ejemplo, los niños con discapacidades y los de minorías étnicas tienen menos oportunidades de completar la educación secundaria que el resto de los menores.
En tanto, en el mercado laboral, los jóvenes, los migrantes, las mujeres y los indígenas son los que más a menudo sufren desempleo. También reciben los salarios más bajos o bien ningún ingreso.
Otro dato del estudio revela que más de 150 países cuentan con al menos una ley que discrimina a las mujeres, además de que en muchas naciones las mujeres son las que menos votan y están muy poco representadas en cargos públicos.
El estudio hace recomendaciones de políticas para ayudar a los Gobiernos a superar estas dificultades y abordar las barreras que limitan a las personas.
Una sugerencia fundamental es la importancia de políticas sociales de acceso universal, además de modificar las normas sociales, culturales y políticas, así como las actitudes que perpetúan estas exclusiones.