Columna Políticab»Repercusiones», Por Samuel Maldonado Bautista (07-XI-16).- Para la mañana en que se publiquen éstos comentarios, ya sabrá el lector quién salió adelante en los comicios realizados para alcanzar la Presidencia de los Espantados Unidos de Norteamérica, elecciones mismas que para nuestro país, no obstante la importancia de las mismas, ni nos va ni nos viene, mientras que nuestro gobierno no levante la cerviz y deje de caminar tonteando..
Desde el punto de vista político, los dos candidatos aspirantes a sustituir a Barack Obama, son los peores aspirantes que ha tenido nuestro país vecino en los últimos setenta -ochenta años. Desde luego que el lector sabe que por la llamada Casa Blanca, han transitado grandes personalidades como Franklin Delano Roosevelt (1939 – 1945), Harry S Truman (1945 – 1953), mismos presidentes que han sido señalados como bueno el primero y regular el segundo.
A Roosevelt, ciertamente que la opinión pública lo ha calificado, en su tiempo, como uno de los mejores gobernantes y después, ya retirado de la política, como el mejor de los mejores presidentes demócratas; mientras que Truman es considerado como el malo de la película en razón a que fue quien ordenara se explosionaran las dos bombas atómicas en las poblaciones de Hiróshima y de Nagasaki en Japón, que desbasto en unos cuantos minutos las dos ciudades y a cientos de miles de habitantes. Con el arrojo de esas dos bombas atómicas se dio por terminada prácticamente la segunda guerra Mundial.
Independientemente de cual sea el resultado de las elecciones gringas, desde la semana anterior los mexicanos (y el mundo en lo general) hemos sabido que los únicos perdedores en esta contienda para encabezar y gobernar al coloso norteño lo son todos los habitantes de ese enorme país, pues los dos candidatos en lo general son los peores aspirantes que se hayan presentado en una contienda con el objetivo de gobernar al país más poderoso de la Tierra.
Expertos analistas en la materia señalan que el que fuera actor de cine y gobernador de California, Ronald Reagan, está clasificado en la lista de los malos presidentes, aun cuando la opinión de otros expertos analistas lo consideran no tan malo sino más regular. Ronald Wilson Reagan (actor y político) pasó del Partido Demócrata al Republicano.
Consideran los expertos en análisis políticos que este actor de cine, armó a los yihadistas de Afganistán, con el único fin de que con las armas proporcionadas por el gobierno norteamericano se atacaran bastiones rusos. Los resultados de esa intervención se encuentran en la destrucción y guerra constante que perdura en esa parte del Medio Oriente.
George Bush (2001 -2009) ha sido clasificado por la opinión norteamericana como muy mal gobernante y está situado en en algunas listas en el lugar no. 31.
En fin, buenos o malos presidentes yanquis, no es nuestro asunto. Lo fundamental para México sería el buscar que en en nuestro país llegara algún ser excepcionalmente inteligente, horrado, nacionalista, patriota, a la primera magistratura y que gobernara no pensando en como adquirir mansiones blancas o, viajar constantemente a otros países par decir tonterías.
Alguien que pensara en disminuir las dietas a legisladores y salarios a los ministros; o bien, buscar intensamente la pacificación del país, terminar con el gansterismo político, etc.
Las últimas generaciones en nuestro país no saben lo que es un gobierno nacionalista: la opinión particular sobre el Poder Legislativo es lamentable y se considera que más que otro poder están subordinados al valor del dinero, que fluye sin cesar para ambas cámaras, sumamente desprestigiadas.
De los dos poderes restantes, el Judicial padece del mismo mal que el Poder Legislativo, cuyos miembros están obnubilados y pensando permanentemente en la prolongación de sus mandatos tratando de emular a Porfirio Díaz.
¡En fin… ¡