*El estado bajo estado de sitio por criminales y el gobernador escondido.
Columna Política «El Francotirador», Por José Cruz Delgado (25-IV-2025).- El gobierno de Michoacán actuó en días pasados como un gobierno gorila al reprimir con el uso de la fuerza a sus propios elementos de seguridad pública que lo único que exigían era mayor incremento salarial y otras prestaciones.

Mire usted la contradicción del secretario de gobierno Carlos Torres Piña, pues dijo que el Estado hará valer la ley contra aquellos policías que bloqueen vías de comunicación y desatiendan sus funciones operativas, pero no actúa igual que los presuntos terroristas de la normal de Tiripetío que realizan bloqueos, saquean, secuestran y queman unidades, y si acaso detienen a unos cuantos de inmediato son liberados.
«Actuaremos en consecuencia. No seremos omisos ante elementos de Seguridad Pública que incumplen con su responsabilidad en momentos donde su presencia es indispensable», señaló a través de un comunicado.
Pero el gobierno es omiso con los desmadres que arman los normalistas, para ellos impunidad y la ley del garrote contra servidores públicos que diariamente arriesgan la vida protegiendo a la sociedad.
Carlos Torres Piña, secretario de Gobierno.

Mientras daba a conocer el comunicado de marras, en casi todo el estado se desarrollaban hechos de violencia atribuibles a supuestos grupos armados, y como siempre, el monigote que dice ser gobernador de nombre Alfredo Ramírez Bedolla permanencia escondido quien sabe donde, el estado se estaba en alerta máxima y ni siquiera se dignó a emitir una declaración al respecto, y pese a la situación salió a presumir sus obras pero nunca mencionó la ola de violencia desatada que mantuvo y mantiene en el terror a las y los michoacanos.
Hasta el término de la redacción de esta columna, Ramírez Bedolla no ha ofrecido declaraciones públicas ni emitido un posicionamiento sobre los hechos ocurridos en el estado.
Algunos líderes políticos criticaron la detención y presunta tortura de policías inconformes, entre ellos una comandante. Pero el ruin fue el presidente del PRI, Memo Valencia, al criticar a los elementos policiacos de querer politizar la seguridad, en tanto que la secretaria general de Morena, pidió se investigue y se aplique la ley a los responsables.
Una de las líderes detenidas fue la comandanta María de Jesús o «comandanta Chuy», así como otros cinco elementos que encabezaban la protesta en exigencia de disminuir el ISR del aumento salarial otorgado por la SSP, segun denunció en un vídeo
la activista y madre buscadora Margarita López. Según su denuncia en redes sociales, la comandanta Chuy había sido torturada por los elementos de seguridad, y posteriormente, aseguró que pudo verla y presuntamente confirmar que estaba golpeada del rostro y el cuerpo.
El panista Carlos Quintana, dirigente del PAN, pidió prudencia y exigió una investigación transparente sobre las acusaciones de tortura.
El perredista Ocampo Córdova expresó que los policías «están en el derecho que tienen como cualquier trabajador y que a nadie puede detenérsele por hacer uso de la libertad de expresión, siempre y cuando por supuesto no rebase lo marcado por la propia constitución y por las leyes, pero pues es inconcebible, «yo no comparto que a los policías que se manifiesten donde exigen mejores prestaciones pues se les detenga».
Cabe destacar que los elementos
de la Guardia Civil se manifestaron en al menos cuatro cuarteles de Michoacán para exigir que se les aumente el salario y que se mejoren las condiciones de trabajo tal como se les prometió por parte de las autoridades estatales.
De manera simultánea, las protestas se llevaron a cabo en el Cuartel Valladolid, de Morelia, en el de Lázaro Cárdenas, el de Uruapan y el de Zitácuaro; así como en diversas instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en donde colocaron pancartas mostrando su inconformidad.