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16 de abril del 2025.- En la guerra comercial declarada por Trump a China, el mandatario estadounidense ha tenido que dar marcha atrás con una serie de productos tecnológicos. Entre estos, móviles, ordenadores o discos duros. Este paso atrás se debe a que muchos de estos bienes, o sus componentes, se fabrican en China.
«Estoy preocupado, porque viajo mucho a Hong Kong a comprar y hacer negocios», ha comentado un preocupado empresario chino a TVE. «Si los aranceles aumentan, nos afectará mucho», añade. En el pulso con Washington, muchos ciudadanos chinos confían en la fortaleza de su país.
«China tiene muchos productos para ser autosuficiente, por eso no me preocupa mucho», afirma a TVE un empleado de una tienda, despreocupado.
Globalización y deslocalización
El gigante asiático no solo tiene muchos recursos, sino que también cuenta con la presencia de grandes empresas extrajeras. Uno de los ejemplos más destacados es Apple, que fabrica sus iPhone en territorio chino. Los teléfonos móviles de la firma son uno de los productos estrella de EE.UU.
En China, según muchos consumidores, comprar productos o servicios estadounidenses es símbolo de estatus, ya sea un móvil o un café. Pero muchos aseguran que si el precio aumenta, cambiarán de marca.
Otra de las grandes empresas de EE.UU. que produce en China es Tesla, que fabrica ahí la mitad de sus coches. «Trump es un imbécil» comenta un empresario a TVE. «Su enfoque ha cabreado hasta a su mejor socio, Elon Musk», añade.
Por otro lado, el país asiático se prepara para hacer frente a la guerra comercial. Este miércoles ha nombrado a un nuevo jefe negociador comercial, Li Chenggang, quien hasta ahora representaba a China en la Organización Mundial del Comercio.
