08 de abril del 2025.- Estados Unidos cumplió la más reciente amenaza del presidente Donald Trump con un arancel de 104 por ciento a los productos chinos y adelantó que las tarifas a los productos farmaceúticos serán el siguiente paso. Horas antes de la entrada en vigor de los nuevos cobros aduaneros sobre las importaciones, Trump apretó las clavijas a Pekín aún más de lo previsto.

Desde el 20 de enero, cuando regresó al poder, Trump gravó los productos chinos con una tarifa inicial de 20 por ciento. La semana pasada, al dar a a conocer aranceles “recíprocos” a diversos países, agregó otra tarifa de 34 por ciento, para un total de 54 por ciento. Pero no conforme con esa tarifa, Trump anunció ayer otro arancel adicional de 50 por ciento, como castigo a Pekín por haber tomado represalias pese a las advertencias de la Casa Blanca. Así, la tarifa total que el gobierno de Trumpo impuso a partir de hoy a las importaciones de China asciende a 104 por ciento.
Y es que el gobierno chino replicó imponiendo un impuesto de 34 por ciento a los productos estadunidenses, que implementará a partir del jueves.
Trump dijo el martes que cree que China quiere llegar a un acuerdo sobre aranceles, pero afirmó que mientras tanto Pekín pagará un arancel de 104 por ciento.
“Los aranceles adicionales sobre los productos chinos estarán en vigor a partir de la medianoche de hoy al 104 por ciento hasta que lleguen a un acuerdo con nosotros. Así será. Creo que llegarán a un acuerdo en algún momento. Quieren llegar a un acuerdo… Simplemente no saben cómo empezar porque son gente orgullosa”, dijo el mandatario en la cena del Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC, en inglés).
En un discurso pronunciado el martes por la noche ante sus colegas republicanos, Trump calificó de “sinvergüenzas y estafadores” a los críticos de los aranceles y anunció que los gravámenes a las importaciones de productos farmacéuticos serán el siguiente paso. Horas antes, en la Casa Blanca dijo que su país ingresa 2 mil millones de dólares al día por los aranceles, sin ofrecer detalles.
La administración estadunidense asegura, no obstante, seguir abierta a la negociación. Trump habló de acuerdos “a medida”. “Lo estamos haciendo muy bien y yo los llamo acuerdos a medida, no a la carta, son a medida, muy a medida”, dijo.
El secretario de Finanzas, Scott Bessent, declaró a Fox News que “quizás cerca de 70 países” ya se han contactado con la administración estadounidense para hablar de los aranceles.
“Todo esto va en la dirección correcta”, dijo a los senadores estadunidenses el representante comercial Jamieson Greer. Afirmó que el gobierno no tiene planes en el corto plazo de cambiar de táctica en el programa arancelario global.
“Debemos alejarnos de una economía basada únicamente en el sector financiero y el gasto gubernamental” para centrarnos en una “basada en la producción de bienes y servicios reales”, afirmó.
Aseguró que el país ha perdido cinco millones de empleos manufactureros y 90 mil fábricas en los últimos 30 años, desde que se promulgó un acuerdo de libre comercio trilateral con México y Canadá.
Los analistas consideran que la guerra comercial podría socavar la economía mundial, con riesgos de inflación, desempleo y disminución del crecimiento.
Los aranceles de Trump han causado revuelo incluso en el gabinete estadunidense. El hombre más rico del mundo, Elon Musk, un asesor de Trump y rostro visible de los recortes del gasto federal, llamó este martes “imbécil” y “tonto de remate” a Peter Navarro, uno de los principales consejeros comerciales de la Casa Blanca.
El jefe de Tesla, SpaceX y X reprocha que Navarro haya dicho que él “no es un fabricante de automóviles”, sino “un ensamblador” que trabaja con piezas importadas de Asia.
Con información de La Jornada