08 de abril del 2025.- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha hablado por teléfono con el primer ministro chino, Li Qiang, al que ha pedido que «evite una escalada» y busque una solución negociada al conflicto por los aranceles anunciados por el presidente de EE.UU., Donald Trump.

Von der Leyen «ha subrayado la responsabilidad de Europa y China, como dos de los mayores mercados mundiales, para apoyar un sistema comercial sólido y reformado, libre, justo y fundado sobre un campo de juego equitativo», ha dicho un portavoz en un comunicado. Ambos líderes han discutido poner en marcha un mecanismo que haga un seguimiento de las posibles derivaciones en el comercio causadas por los aranceles.
La presidenta de la CE también ha subrayado «la importancia fundamental de la estabilidad y la previsibilidad para la economía mundial». Ambos dirigentes también han tratado sobre la cooperación de la UE y China «en la agenda climática internacional y en la transición hacia una industria limpia».
Trump ha amenazado a China con imponer aranceles adicionales del 50 % si Pekín no retira los gravámenes de respuesta a productos de EE.UU., a lo que Pekín ha respondido que Washington no tiene «voluntad genuina de entablar un diálogo serio».
La llamada entre Von der Leyen y Li coincide con el inicio de una visita oficial a China del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, donde el mandatario español se entrevistará con el primer ministro chino y también se reunirá con el presidente, Xi Jinping.
La CE presentará su plan de acción la próxima semana
Por otra parte, la CE ha recalcado que está esperando a que Washington se implique «de una manera significativa» en la negociación.
La CE ya ha mostrado a Trump la disposición a «negociar» para aumentar la compra de gas, según ha confirmado la portavoz comunitaria de energía, Anna-Kaisa Itkonen.
«Estamos esperando a nuestros homólogos estadounidenses para que se impliquen de manera significativa», ha declarado el portavoz de la CE, Olof Gill.
Grill ha añadido que la respuesta de Bruselas a los gravámenes es «gradual, calmada, calibrada y específica», y que la próxima semana espera poder presentar un plan concreto. «A principios de la próxima semana, básicamente presentaremos nuestro plan. Explicaremos la hora de ruta, consultaremos con los estados miembros, con las industrias, antes de proponer las medidas finales que entonces serán presentadas a los estados miembros para que las voten», ha explicado.