31 de marzo del 2025.- Los equipos de emergencias han rescatado a cuatro personas con vida, entre ellas una mujer embarazada y una niña, de los edificios derrumbados en Mandalay, en Myanmar (Birmania), tras el terremoto de magnitud 7,7 que el pasado viernes derrumbó el edificio y asoló el país. Al menos 2.065 personas han muerto en esta catástrofe, según los últimos datos ofrecidos por la junta militar del país. Los heridos superan los 3.900 y hay más de 270 desaparecidos.

Por su parte, el Gobierno de Unidad Nacional (NUG), la oposición al Gobierno militar y que controla partes del país, ha elevado a 2.418 los muertos. «Hasta la tarde del 31 de marzo, el número de muertos confirmados por el terremoto ha ascendido a 2.418, y muchas personas siguen desaparecidas», ha señalado en un boletín el NUG, que ha precisado que sus datos han sido recopilados por sus equipos en sus zonas de control y «fuentes fiables» en otras áreas.
Uno de los lugares más afectados es la ciudad de Mandalay, la segunda mayor de Birmania con alrededor de 1,5 millones de habitantes. Su aeropuerto permanece cerrado y sus carreteras y puentes están dañados, lo que dificulta el acceso a la antigua capital birmana.
El temblor se registró el viernes a las 12:50 hora local (6:20 España peninsular), a 10 kilómetros de profundidad y con el epicentro a unos 17 kilómetros de Mandalay, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que mide la actividad sísmica en el mundo. Las fuerzas armadas birmanas, que detentan el poder desde el golpe de Estado de 2021, han declarado el estado de emergencia en seis zonas: Sagaing, Mandalay, Magway, Shan, Naipyidó y Bago.
India, China y Tailandia se encuentran entre los vecinos de Birmania que han enviado materiales y equipos de socorro, junto con ayuda y personal de Malasia, Singapur y Rusia. China, de hecho, ha mandado este lunes un primer lote por valor de 100 millones de yuanes (12 millones de euros) que incluye tiendas de campaña, mantas y botiquines de primeros auxilios.
Las Naciones Unidas estiman que unos 20 millones de personas, un tercio de la población, se vieron afectadas de distintas maneras por el terremoto, en tanto que la junta militar y grupos humanitarios sobre el terreno prevén que las cifras de muertos se eleve conforme avancen las horas y se condensen los datos oficiales. La prensa internacional no ha podido corroborar las cifras porque el acceso a los medios de comunicación está restringido en el país desde que la junta tomó el poder en 2021 y que este lunes ha vuelto a denegar.
Las infraestructuras críticas -como puentes, carreteras, aeropuertos y vías férreas- de todo el país de 55 millones de habitantes están dañadas, lo que ralentiza los esfuerzos humanitarios mientras se prolonga el conflicto que ha golpeado la economía, desplazado a más de 3,5 millones de personas y debilitado el sistema sanitario.
Continúa la búsqueda de los desaparecidos en Bangkok
El seísmo también afectó a Bangkok, la capital de Tailandia, donde los equipos de emergencia han reanudado este lunes la búsqueda de 76 personas que se cree que están sepultadas bajo los escombros de un rascacielos en construcción que se derrumbó.
Este lunes, el vicegobernador de Bangkok, Tavida Kamolvej, ha declarado que se había detectado un signo vital entre los restos del rascacielos. Tras casi tres días, crece el temor de que los rescatistas encuentren más cadáveres, lo que podría aumentar drásticamente la cifra de muertos en Tailandia, que este lunes asciende a 19 con el último cadáver extraído del edificio derrumbado en Bangkok.
Los rebeldes acusan al Ejército de bombardear aldeas
La junta militar que detenta el poder en Birmania ha declarado este lunes siete días de duelo nacional, entre el 31 de marzo y el 6 de abril, en homenaje a las más de 2.000 personas que han perdido la vida en el terremoto. Las fuerzas armadas en el poder han anunciado la decisión a través del canal del Estado «en reconocimiento de la pérdida de vidas y por los daños causados».
El domingo un movimiento de resistencia armada contra el gobierno militar de Birmania criticó a la junta por realizar ataques aéreos contra aldeas mientras el país se recupera del terremoto. La Unión Nacional Karen, que combate al Ejército de Birmania desde 1949, ha dicho en un comunicado que la junta «continúa realizando ataques aéreos contra zonas civiles, incluso mientras la población sufre enormemente por el terremoto». Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Singapur ha pedido un alto el fuego inmediato para facilitar las labores de socorro.
El grupo ha afirmado que, en circunstancias normales, el Ejército priorizaría las labores de socorro, pero que, en cambio, se centra en «desplegar fuerzas para atacar a su población». Birmanise encuentra sumida en una guerra civil con múltiples grupos armados de oposición desde el golpe de Estado de 2021, cuando el Ejército arrebató el poder al gobierno electo de la Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
Los países de la zona se movilizan
China, India y Tailandia, países fronterizos con Birmania, han enviado materiales y equipos de socorro, junto con ayuda y personal de Malasia, Singapur y Rusia. «No importa cuánto tiempo trabajemos. Lo más importante es que podemos llevar esperanza a la población local», ha declarado el jefe del Equipo de Búsqueda y Rescate de China, Yue Xin, quien ha rescatado a personas de los escombros en Mandalay, según ha informado la agencia de noticias china, Xinhua.
Por su parte, Naciones Unidas ha informado que estaba enviando urgentemente suministros de socorro a los supervivientes en el centro de Birmania. «Nuestros equipos en Mandalay están uniendo esfuerzos para ampliar la respuesta humanitaria a pesar de estar pasando por el trauma», ha declarado Noriko Takagi, representante de la agencia de la ONU para los refugiados en el país asiático.
Además, Estados Unidos ha prometido 2 millones de dólares en ayuda «a través de organizaciones de asistencia humanitaria con sede en Birmania». En un comunicado, se ha indicado que un equipo de respuesta a emergencias de USAID, que está sufriendo recortes masivos bajo la administración Trump, se está desplegando en Birmania.
La devastación causada por el terremoto ha agravado la miseria en Birmania, un país sumido en una guerra civil con múltiples grupos armados de oposición desde el golpe de Estado de 2021, cuando el Ejército arrebató el poder al gobierno electo de la Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
«El terremoto ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades más profundas que enfrenta el pueblo de Birmania y ha subrayado la necesidad de una atención internacional sostenida a la crisis en general», ha señalado la enviada especial de la ONU para Birmania, Julie Bishop.