17 de febrero del 2025.- Los líderes europeos han abogado por el «impulso a la defensa» en una cumbre de urgencia celebrada en París en la que no ha habido consenso sobre la idea lanzada por Reino Unido de desplegar fuerzas de paz en Ucrania. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha convocado este encuentro en un momento de máxima tensión entre los países occidentales por las conversaciones iniciadas por Donald Trump con su homólogo ruso, Vladímir Putin, sobre las que no informó ni a Kiev ni a sus aliados europeos, que reclaman su participación.
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«Europa aporta la totalidad de su ayuda militar a Ucrania. Al mismo tiempo, necesitamos un aumento de la defensa», han afirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, al término del encuentro, en un mensaje publicado en X en el que defienden la paz en Ucrania «a través de la fuerza» y reiteran la defensa de su «independencia» e «integridad territorial» con garantías de seguridad.
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Reclaman la presencia de Kiev en las conversaciones
Además, los líderes europeos han exigido la presencia tanto de Europa como de Ucrania en la mesa de negociaciones. «Se está hablando a espaldas de los ucranianos sobre los resultados de unas conversaciones que no se han producido, que Ucrania no ha consentido y en las que no está invitada a la mesa», ha afirmado el canciller alemán, Olaf Scholz, que ha defendido unas conversaciones para la paz «justas y sostenibles».
El presidente español, Pedro Sánchez, ha dado la «bienvenida» a las conversaciones iniciadas por Trump, pero ha afirmado que para alcanzar una «paz duradera» es necesaria la «implicación activa de Ucrania» y también «del proyecto político que se siente amenazado, que es la Unión Europea». Las conversaciones, ha añadido, «no pueden ser un cierre en falso», que lleve a cometer «los mismos errores que en el pasado».
Aunque el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, afirmó el jueves que la OTAN y la Unión Europea tendrán «su papel» en las conversaciones —sin especificar cuál— el enviado de Trump para la guerra de Ucrania, el general Keith Kellogg, descartó durante la cumbre de Múnich la presencia de Europa en la mesa de negociaciones. «Creo que eso no va a suceder», dijo al ser preguntado sobre la posible participación europea, aunque aseguró que eso no significaba que «sus intereses no fueran considerados, utilizados o desarrollados».
Minutos antes del comienzo de la cumbre, Macron ha telefoneado a Trump en un intento por convencer a Washington de que cuente con Europa. La conversación, según fuentes del Elíseo a RNE, ha durado unos 20 minutos y en ella los líderes han acordado hablarse pronto, aunque no han especificado cuándo. Ambos líderes han hablado sobre Ucrania, la cumbre europea y las conversaciones entre EE.UU. y Rusia, según la Casa Blanca.
«Europa debe desempeñar su papel»
También ha estado presente en el encuentro el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que tras la cumbre ha afirmado que «Europa está dispuesta y preparada para dar un paso adelante» y «para liderar la tarea de proporcionar garantías de seguridad para Ucrania». «Habrá que decidir los detalles, pero el compromiso es claro», ha declarado en un mensaje en X.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha asegurado tras el encuentro en París que las relaciones transatlánticas y la amistad de Europa con EE.UU. «se encuentran en una nueva fase». La cumbre de París ha confirmado que los socios europeos «se dan cuenta de que ha llegado el momento de que Europa tenga una capacidad mucho mayor para defenderse», ha añadido.
«Todos los europeos tienen que dar un paso adelante en lo que respecta a Ucrania y, al mismo tiempo, aumentar el gasto en defensa, porque Rusia amenaza ahora a toda Europa, por desgracia», ha dicho la primera ministra danesa, Mette Frederiksen. La mandataria espera que para el próximo Consejo Europeo se haya alcanzado «un acuerdo sobre las normas fiscales y el camino a seguir para garantizar que todos los estados miembros puedan realmente elevar» ese porcentaje.
Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha defendido que los europeos deben «dar un paso adelante», tanto en el gasto como en las capacidades que proporcionan a Ucrania y ha afirmado que «Europa debe desempeñar su papel». Ha insistido, además, en su idea de considerar el envío de fuerzas británicas a Ucrania, aunque ha dicho que para ello «debe haber un respaldo» de EE.UU. «La garantía de seguridad de Estados Unidos es la única manera de disuadir eficazmente a a Rusia de volver a atacar Ucrania», ha añadido.
«Mucho por aclarar» antes del envío de tropas
La propuesta lanzada por Starmer, sin embargo, no ha calado entre el resto de líderes. La primera ministra danesa ha afirmado estar «abierta» a discutir distintas posibilidades, pero ha subrayado que «hay muchas cosas que deben aclararse antes» de llegar a esa situación. «Estamos hablando de la seguridad de nuestros propios hombres y mujeres», ha continuado.
Tusk tampoco ha apoyado la idea y ha asegurado que su país no planea «enviar soldados polacos a Ucrania».
En la misma línea se ha pronunciado Sánchez, que ha recordado que «todavía estamos en guerra» y que «no se han dado las condiciones de paz como para empezar a pensar» en esa posibilidad.
Macron insiste en una «paz sólida y duradera en Ucrania»
Por su parte, el residente francés, Emmanuel Macron, ha insistido este martes en que los países europeos buscan «una paz sólida y duradera para Ucrania», con «garantías de seguridad fuertes y creíbles».
Macron, en un mensaje en X horas después de la reunión en Parí y tras hablar por teléfono con el presidente ucraniano, ha recalcado que «la clave» está en el trabajo conjunto de europeos, estadounidenses y ucranianos.
Asimismo, ha añadido que, para lograr «una paz sólida y duradera en Ucrania», Rusia «debe cesar su agresión y esto debe ir acompañado de garantías de seguridad fuertes para los ucranianos». «De lo contrario, se corre el riesgo de ver que un alto el fuego termine como los acuerdos de Minsk», ha recalcado.