21 de enero del 2025.- Organizaciones civiles y humanitarias en la frontera con México han reaccionado con contundencia al anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de declarar la «emergencia nacional» en la zona por la migración. Esto permite el uso de las fuerzas militares en ese territorio. Asimismo, la Administración Trump ha eliminado la aplicación CBP One, que permitía a los solicitantes de asilo pedir cita para entrar legalmente en el país.
«Estamos listos para resistir», ha asegurado la organización Al Otro Lado. Desde el Centro Legal para la Defensa de los Inmigrantes (InnDef) reafirman su «compromiso de defender los derechos humanos y civiles», mientras desde el Centro de Estudios de Género y Refugiados (CGRS) también apuestan por defender el asilo y advierten de que desafiarán las medidas ejecutivas de Estados Unidos.
A la espera de conocer las consecuencias reales de estas normas, que facilitarán las redadas y deportaciones masivas, los directivos de estas organizaciones coinciden en que será devastador el impacto entre la comunidad inmigrante.
Políticas que «legalizan el terror»
Melissa Crow, directora de litigios de CGRS, ha asegurado en declaraciones recogidas por Efe que las decisiones del ejecutivo son «una serie de políticas antiinmigrantes extremas que destruirán el acceso al asilo, exacerbarán el sufrimiento y el caos en la frontera sur y desgarrarán a las familias y comunidades inmigrantes en todo Estados Unidos».
Al Otro Lado, que tiene representaciones legales en Los Ángeles, San Diego y Tijuana, ha informado de que se ha asociado con otras organizaciones en todo Estados Unidos para afrontar, sobre todo, las deportaciones masivas. «Como una de las pocas organizaciones trasnacionales, nos enfocamos con años de experiencia específicamente en las comunidades deportadas, muchos en nuestro personal experimentaron el devastador impacto de la deportación», explica la organización.
La organización InnDef defendió en tribunales en Estados Unidos a muchos migrantes que durante el primer periodo de gobierno del presidente Trump (2017-2021) fueron obligados a permanecer en el lado mexicano de la frontera, en espera de avances en sus peticiones de asilo. Lindsay Toczylowski, la directora del grupo, dijo que su organización está lista para reanudar ese trabajo, y pedirá a aliados en el Congreso y líderes de gobiernos locales que refuercen su rechazo a las políticas que obstaculizan el asilo. «No nos quedaremos de brazos cruzados mientras esta Administración intenta legalizar el terror contra las personas que buscan seguridad frente a la persecución», ha dicho.
México devolverá a los migrantes varados a sus países de origen
Por su parte, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha asegurado este martes que su Gobierno devolverá a sus países de origen a los migrantes varados en México afectados por las nuevas restricciones migratorias del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump.
«Buscaríamos los mecanismos a través de la política migratoria y la política exterior de retorno a sus países de origen; por ejemplo, hay acuerdo con Guatemala, con prácticamente todos los países centroamericanos -de hecho hubo una reunión el viernes pasado para ello-, hay acuerdo con Cuba», ha advertido en su conferencia matutina.
La mandataria sí ha prometido «atención humanitaria» a los migrantes de otras naciones, en particular de Latinoamérica, que estén en México y que ya no puedan cruzar a Estados Unidos, pero insistió en que el nuevo Gobierno de Trump debe deportar de forma directa a los indocumentados a sus lugares de origen y no a territorio mexicano.
Esperanza de que se puedan frenar las medidas
Toczylowski ha manifestado que Trump impulsa de nuevo medidas impopulares de su primer periodo de gobierno, por lo que confía en que puedan detenerse.
«La separación de familias, el programa Quédate en México y Título 42 fueron políticas rechazadas una y otra vez por el pueblo estadounidense», ha asegurado.
Pedro Ríos, director del Comité de Servicios de los Amigos Americanos en la frontera, el grupo que ha ofrecido permanente asistencia a los migrantes que alcanzan una zona entre dos muros fronterizos paralelos en la frontera de San Ysidro, ha señalado a Efe que todavía la noche del domingo llegaron algunos migrantes, pero ya no había nadie para la mañana del lunes.
Subraya que las personas que buscan asilo están ahora a la expectativa de qué es lo que va a pasar respecto a las órdenes del presidente, pues es muy temprano para saber si esas decisiones les habrían disuadido.
Trump también ha ordenado negar la ciudadanía a los hijos de migrantes indocumentados nacidos en territorio estadounidense, pero ese derecho está protegido por la Enmienda 14 de la Constitución y su eventual invalidación se prevé que vaya acompañada de desafíos legales.
Sus medidas han dejado bloqueados a muchos migrantes en la frontera con México. Cientos de ellos habían recibido para el 20 de enero la cita en la que tenían que justificar que eran personas perseguidas. En el momento en que Donald Trump fue declarado presidente, la aplicación dejó de funcionar y, por lo tanto, no han podido entrar en Estados Unidos.
Muchos se plantean volver a su país, otros tienen esperanza en que el próximo 2 de febrero puedan recuperar su cita: es el día en el que la aplicación asegura que el sistema será arreglado y los migrantes podrán presentar sus documentos para ingresar a Estados Unidos.