10 de enero del 2025.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido sentenciado a «libertad sin cargos» en su caso por falsificar documentos empresariales para ocultar el pago a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de su silencio, un caso que por un tiempo eclipsó su intento de llegar por segunda vez a la Casa Blanca.
Con esta sentencia, el presidente electo no pisará la cárcel ni tendrá ninguna otra obligación en forma de multa o de personarse ante la corte con alguna periodicidad.
El juez Merchan ha afirmado en sus consideraciones previas que el caso ha podido parecer extraordinario, pero ha sido «ordinario» y similar a otros muchos en la selección del jurado o la consideración de las pruebas inculpatorias, y que él, en ningún caso, podía «borrar el veredicto del jurado».
Trump, de 78 años, se ha declarado inocente de manera reiterada y ha comparecido en la audiencia de forma virtual. En su turno de palabra, Trump, vestido con traje azul y una corbata roja a rayas, se ha negado a devolver el saludo al juez y ha asegurado que esta había sido «una experiencia horrible» antes de reiterar: «Soy completamente inocente, no hice nada incorrecto», según han relatado los periodistas presentes en la sala.
La lectura de su sentencia se ha llevado a cabo después de que el Tribunal Supremo rechazara este jueves por un estrecho margen la petición de los abogados de Trump de bloquearla.
Los abogados del presidente electo presentaron ‘in extremis’ una petición de emergencia al Supremo argumentando que su cliente goza de inmunidad presidencial.
La negativa de la máxima corte agotó todas las posibilidades de la defensa de Trump de frenar la sentencia.
Una sentencia histórica
En mayo de 2024 Trump fue declarado culpable de 34 delitos de falsificación de registros comerciales para comprar el silencio de la actriz porno antes de las elecciones que se celebraron en noviembre de 2016 -que ganó el magnate neoyorquino- y evitar que saliera a la luz una supuesta aventura extramarital durante la campaña.
Trump se ha referido al caso como una «caza de brujas» y ha acusado al juez y a la Fiscalía de llevar a cabo una persecución política contra él e incluso de interferencia electoral.
El juez Juan Merchan ya ha adelantado que no dictará pena de prisión, pero igualmente la sentencia hará historia, ya que será la primera vez que un presidente condenado por un delito grave asume la más alta magistratura del país.