Columna Política «Diputado 501», Por Antonio TENORIO ADAME (06-01-2025).- Las intimidaciones de Trump buscan privar a los pueblos de su memoria y cancelar, a la vez, el paso a la esperanza. Se responderá con firmeza en la conmemoración de logros existenciales de la Heroica Tenochtitlan al cumplir mes de agosto 700 años de fundada.
También está presente, el llamado a recordar el V Centenario de la ejecución del último tlatoani, Cuauhtemoc, para frenar el asedio de Trump.
Veamos, esta vez, la primera grandeza.
Las minorías en el Congreso potencian el debate.
En el mito griego, Mnemósine, la memoria es la madre de las Musas, es decir de todas las artes, de la que da forma y sentido a la vida, protegiéndola de la nada y del olvido. (Magris 2016)
El acto del recuerdo, en ese sentido, es caridad y justicia hacia las víctimas del mal y del dolor, individuos y pueblos desaparecidos a veces incluso en el silencio y la oscuridad, aplastados por el <> de la historia universal, como decía Nietzsche.
La memoria es la resistencia a esa violencia; significa ir en busca de los débiles pisoteados y ninguneados; como en estos tiempos ocurre con los migrantes.
Será un buen momento para entender el proceso histórico de la Nación a partir de la compresión a la ocupación de Europa en sus modelos: el ibérico y el anglosajón.
El primero se desarrolló con el mestizaje, el segundo fue un trasplante de población europea bajo la supremacía racial excluyente cuyas consecuencias y resultados demuestran su vigencia con la presencia del salvaje primitivo Trump al que se le otorgó el título de “amigo” durante la 4T.
Cuando Europa comenzó a ocupar el territorio de América quedó marcado con la llegada de los expedicionarios europeos a Tenochtitlán.
Acerca de ese instante histórico, Alfonso Reyes escribió en la visión de Anáhuac, “viajero detente, has llegado a la región más transparente del aire”.
Al llegar los conquistadores al valle de Anáhuac, tenían enfrente a sus ojos a ciudades que evocaban a Venecia o Constantinopla. Quizá lo más nuevo y llamativo era la reunión de varias ciudades muy grandes en un mismo espacio geográfico. Le impresionó la magnitud y la cantidad de pobladores con la combinación de la circulación del agua alrededor.
En aquel tiempo, la población total del valle de México, incluyendo todas sus ciudades, como Iztapalapa, Azcapotzalco, Texcoco y muchas otras, con todas las aldeas y rancherías, puede haber sido de unos 2 millones de habitantes.
Aparte lo que vale la pena destacar es que los asentamientos del valle de México y la gran ciudad de Tenochtitlán les pareció tan extraordinarios como para equiparlos con las mayorías que habían imaginado (Pablo Escalante Gonzalbo, 2025).
En el Congreso por medio del consenso se incluyen a minorías.
La historia política de la ciudad azteca es una proeza poco visible, se oculta (confunde¿?) con el proceso de su historia general, el Colegio de México (2025) ha preparado una compilación de ensayos en busca de la identidad política de Tenochtitlán, al que corresponden los fragmentos siguientes:
Al principio Tenochtitlán se gobernó por medio de consejos. Seguido durante algo más de 30 años, se nombraron dos tipos de consejos: uno eran los caudillos de los Calpulli, de cada parcialidad, dedicados a los asuntos distritales donde destacaban “ los principales” y el otro formado por “ los ancianos”.
Los consejos no podían formar por sí mismo una monarquía, como la generada desde la época teotihuacana donde se habían establecido linajes reales en la meseta central, con el fin de nombrar un rey.
Los tenochcas buscaron crear un linaje con el propósito de suprimir su tributación al dominio de Azcapotzalco.
Para tal fin, provocaron un conflicto a punto desarrollar la confrontación una vez Coronado Ixcoatl, las opiniones se dividieron a favor y en contra del conflicto, el dilema era optar por la liberación tributaria de Azcapotzalco o refrendar la sumisión.
Ante esta polarización surgió la vía alternativa de asumir un pacto en el qué, los partidarios de formar un linaje real comprometían su vida en caso de caer derrotados, o bien de salir victoriosos, entonces bajo juramento no aspirarían nunca competir como principales, sino más iguales y vasallos con esos valientes líderes, y todo lo que hay en la servidumbre de cualquier índole e incluso atender los encargos de los descendientes de del tlatoani qué fuese elegido.
El pacto incluía la práctica tributaria y por lo tanto la división de clases. Al obtener el triunfo sobre Azcapotzalco, México, Tenochtitlán, se convirtió en una ciudad.
Habían ganado la guerra. Surgió un nuevo Consejo de ancianos, para recaer en otro Consejo, formado por nobles, sobre todo por aquellos que habían ganado la Guerra, una junta palaciega, llamada Tlatocan.
Fue así como dio comienzo la historia política de la Gran Tenochtitlan al celebrar su 700 Aniversario se mantiene viva la memoria a pesar de obstáculos y aún de derrotas al grado de llamarla “Ciudad heroica”.
La supremacía constitucional se legitima por el voto.
Mientras Trump amenaza construir el muro de separación y aniquilación de migrantes en realidad evoca mantener los privilegios de EEUU con el costo de implantar la violencia colonial al imponer “primero es América”.
La posverdad de Goebbels se repite sin cesar a pesar de enfrentarán una crisis demográfica con tasas de tendencia decreciente de población y requerir cerrar el déficit de mano de obra, se incrimina y se extradita al migrante no europeo.
Ante la ira de Trump, Las enseñanzas de José Marti siguen siendo válidas ;
“Más vale una trinchera de ideas, que una de piedras”.