05 de diciembre del 2024.- El Gobierno sirio de Bachar al Asad ha perdido el control de la ciudad de Hama, la segunda capital de provincia tomada por los insurgentes islamistas en una semana de ofensiva.
Tras varios días de batalla, el grupo Organismo de Liberación del Levante, que lidera la ofensiva, ha roto las barreras del Ejército y ha entrado en la ciudad pese a los refuerzos enviados el miércoles por el presidente sirio. Allí se han hecho con el control del aeropuerto militar, el principal cuartel de policía y su prisión, de donde han liberado a «cientos» de reclusos, según ha anunciado el comandante insurgente Hassan Abdul Ghany.
El Ejército de Al Asad ha reconocido que se ha retirado para «posicionarse fuera de la ciudad», «preservar las vidas de ciudadanos y evitar combates urbanos».
«Para preservar las vidas de civiles de la ciudad de Hama y no meterles en combates dentro de la ciudad, las unidades militares se han replegado y posicionado fuera de la ciudad», ha detallado un comunicado de la Comandancia del Ejército y las Fuerzas Armadas, en el que ha añadido que «en los últimos días, nuestras Fuerzas Armadas han librado feroces batallas para repeler y frustrar los violentos y sucesivos ataques lanzados por organizaciones terroristas contra la ciudad de Hama desde diversos ejes y en gran número, utilizando todos los medios y equipos militares, y con la ayuda de grupos de inmersión».
Los insurgentes han anunciado que han dominado «por completo» la ciudad. «La dirección de operaciones militares impone su dominio por completo sobre la ciudad de Hama, en el centro de Siria», ha indicado en un escueto comunicado el Mando de Operaciones Militares.
La captura de Hama supone una gran victoria para los insurgentes tras siete días de ataques en los que ya han logrado el control de Idlib y Alepo. Por la ciudad transcurre la estratégica autovía M5 que vertebra el país de norte a sur.
Las imágenes publicadas por los rebeldes sirios muestran a ciudadanos aplaudiendo la llegada de los «héroes de la operación militar» en Hama.
Mientras, en los alrededores de Damasco, la defensa aérea siria ha abatido dos drones «enemigos», según informa la agencia oficial Sana.
Más de 700 muertos en una semana
La ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, ha indicado que en una semana de feroces combates han muerto 704 personas, entre ellas 110 civiles.
Entre los fallecidos se encuentran 302 combatientes de HTS, además de 59 miembros de facciones aliadas al movimiento islamista y que están apoyadas por Turquía, como el denominado Ejército Nacional Sirio.
Desde el 27 de noviembre, según el Observatorio, también han muerto al menos 233 soldados de las fuerzas de Al Asad, así como combatientes de otras fuerzas y milicias proiraníes aliadas de Damasco.
Además, un total de 110 civiles han muerto por la violencia, entre ellos niños. Algunos de ellos han fallecido por disparos de proyectiles de los insurgentes, pero la inmensa mayoría lo han hecho en bombardeos lanzados por aviones de combate de Siria y Rusia, valedora de Al Asad.
Los cazas rusos han efectuado unos 250 bombardeos, que se suman a otros 318 de la aviación de Damasco y a otros 45 ataques aéreos realizados por helicópteros de las fuerzas sirias.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado en una llamada telefónica al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, que se ha llegado a una nueva fase en el conflicto sirio «que se está gestionando con calma».
Erdogan ha asegurado a Guterres que el Gobierno sirio necesita comprometerse rápidamente con su pueblo para lograr una solución política y ha añadido que Turquía está trabajando para reducir las tensiones, proteger a los civiles y allanar el camino para una solución política.
Idlib y Alepo, bajo el control de los insurgentes
En la última semana, los insurgentes han conseguido hacerse con el control de la totalidad de la provincia noroccidental de Idlib, el principal bastión opositor en Siria. También controlan la vecina Alepo, donde las telecomunicaciones se han interrumpido este jueves, según informa la televisión estatal.
Asimismo, el autodenominado Mando de Operaciones Militares, que coordina la ofensiva opositora, ha asegurado que controla al menos 14 pueblos y ciudades en dirección a Hama y su periferia, entre ellos Rahjan y Maar Shahour, ambos en el noreste de la provincia.
La guerra civil de Siria, iniciada en 2011, ha costado la vida a decenas de miles de personas y ha provocado el mayor éxodo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, además de dar luz al Estado Islámico o Daesh. El gobierno sirio, con la ayuda inestimable de Rusia, consiguió frenar a los yihadistas y mantener a raya a los otros grupos armados, pero sin pacificar totalmente el país.
La oposición mantuvo un bastión en la región de Idlib. En 2020, Rusia y Turquía pactaron un alto el fuego en Idlib y se creó una zona tapón, supuestamente desmilitarizada, donde sin embargo se han producido frecuentes escaramuzas.
La relativa calma en el conflicto había permitido al gobierno de Al Asad recuperar sus relaciones con varios países árabes, y tratar de estabilizar sus contactos con Turquía. Las guerras de Ucrania, Gaza y Líbano habían contribuido a que la guerra en Siria quedara en un segundo plano en la política y la opinión pública internacional.