*No hay voluntad política de Ramírez Bedolla de reunirse con la CRT.
Columna Política «El Francotirador», Por José Cruz Delgado (10-IX-2024).-
Me parece muy bueno que el gobierno del estado busque mantener una buena relación con el presidente municipal de Morelia, Poncho Martínez, y atrás queden las cuestiones políticas, pero lo que se me hace raro es que este acercamiento del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla con el edil Moreliano se da poco después de que diera a conocer los proyectos para el Metrobús y Teleférico.
El gobernador y sus allegados no dan un paso sin huarache, es decir, algo quieren de Poncho por eso anda de lambiscón. Ya se me hacía raro que de la noche a la mañana el presunto malandro de Ramírez Bedolla quisiera hacer las paces, hasta que salió el peine, necesita el consentimiento del que despacha en la calle Corregidora.
Así que cuídate Poncho porque Ramírez Bedolla es un desleal y en cualquier momento te va a teaicionar, te va a clavar un puñal en la espalda. Aunque Poncho Martínez tampoco es dejado y seguramente cuando se encuentran tran las espadas desenvainadas e al darse el abrazo ¡Sopas!
Poncho siempre buscó la relación de cooperación con las autoridades estatales y ¿qué pasó?, le respondieron con injurias desde las altas esferas, incluso desde Morena, a través del Juan Pablo Celis Silva, sirviente personal de Ramírez Bedolla.
Cómo dijo el edil capitalino, quería un acercamiento con el gobierno del estado basada en el respeto y el trabajo conjunto en favor de los morelianos. No más confrontaciones para compartir proyectos de infraestructura y desarrollo para la ciudad, pues esto permitirá que se tomen decisiones acertadas y consensuadas. La verdad desconozco si los dos políticos ya hablarían sobre el Metrobús y el Teleférico en Morelia, pues hay muchas controversias y oposición de parte de la Comisión Reguladora del Transporte que dirige el activista José Trinidad Martínez Pasalagua.
Precisamente, los transportistas jugarán un papel muy importante en este tema, lamentablemente, pese a diversas solicitudes, el gobernador no ha querido reunirse con ellos, sobre todo con Martínez Pasalagua porque Ramírez Bedolla no lo traga porque le hacer ver sus errores.
Es lógica la reacción del líder transportista, pues si los van afectar con esos proyectos tiene que defender a su gremio, es lógico, pero desgraciadamente el gobernador no tiene voluntad política para escuchar sus planteamientos.
Que lástima que un gobernador que supuestamente debe escuchar a todos sin distingos se niegue a escuchar los razonamientos o propuestas de quienes no piensan como él.
Ojalá está luna de miel política que están viviendo Poncho Martínez y Alfredo Ramírez Bedolla dure para siempre, pero como dice el clásico de José José, pero lo dudo. No tardará en lanzar dardos venenosos Celis Silva contra Poncho, a quien le tiene un rencor profundo.
Me sorprende la confianza que le tiene Poncho a la gente, sobre todo en las autoridades estatales conociéndolos como son, pues hasta festejó la celebración de una reunión entre el Secretario de Gobierno, Carlos Torres, y el comisionado para la Seguridad de Morelia, Alejandro González Cussi, pues observó que es un signo de la mejora continua en la relación y coordinación entre el Gobierno de Morelia y el Gobierno del Estado.
Sin duda, la reunión es señal de colaboración y trabajo institucional, en ese y en todos los rubros hy se ha sentido una gran apertura y una gran intención de todas las dependencias de Gobierno del Estado, y es que el Ayuntamiento de Morelia busca como mejorar la relación con el Gobierno del Estado.
Por cierto, al referirse a la reforma del Poder Judicial, señala que las reformas que se pretende sean aprobadas en el Congreso serían el principio para que se termine la República, al otorgar el poder absoluto a un solo Poder. Pidió a la ciudadanía que vigile el sentido del voto de sus legisladores en el Senado e identifique aquellos que traicionen a la gente.
Fue más allá al decir que las y los morelianos merecen diputados y senadores que hagan valer el Poder que representan, que no sean “levanta dedos” y que reflexionen sus participaciones en las Cámaras.
También es cierto que la reforma Judicial se encuentra la creación de un Órgano Sancionador que dependería del Ejecutivo, convirtiéndolo en un jefe máximo en el país.
O sea en una nueva Santa Inquisicion.