CDMX, 22 de abril dl 2024.- Este lunes 22 de abril, se va a discutir y a votar en el pleno de la Cámara de Diputados una reforma para crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar.
Se prevé que la mayoría de Morena y sus aliados logren aprobar el dictamen sin mayor dificultad, puesto que sólo necesitan una mayoría simple (50% más uno) para avanzar la iniciativa.
Estos son los puntos más importantes que debes conocer sobre el Fondo de Pensiones para el Bienestar que se propone crear, así como las implicaciones que tendrá para tus ahorros:
¿A quién beneficiará esta reforma?
Este Fondo tendrá el objetivo de complementar las pensiones de los trabajadores que se jubilen a la edad de 65 años bajo el sistema Afore (es decir, aquellos que comenzaron a cotizar desde julio de 1997) y cuya pensión sea igual o menor al salario promedio registrado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que actualmente es de 17,893 pesos al mes.
La necesidad de crear el Fondo y de dar ese complemento, se argumenta en la iniciativa de reforma, se explica por las bajas pensiones que van a recibir los trabajadores que se retirarán durante los siguientes años mediante el esquema Afore, que en varios casos no llegarán ni al 40% de su último sueldo.
Cabe resaltar que en la reforma de los diputados de Morena no se detalla de cuánto será el complemento a las pensiones, es decir, no dice si el apoyo será para que los trabajadores tengan una pensión igual a su último salario, por ejemplo.
Además se advierte que el apoyo que dará el gobierno estará sujeto a la suficiencia del Fondo, así como a las reglas que emita la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
¿Cómo se financiará?
Se propone que el Fondo sea financiado de diversas fuentes, como una parte de los ingresos del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado o de las utilidades que generen las entidades paraestatales sectorizadas en las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina (Semar), como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) o el Tren Maya.
Sin embargo, la mayor parte del financiamiento provendrá de los ahorros para el retiro que no hayan sido reclamados por personas de 70 años o más (en el caso de quienes coticen en el ISSSTE, a partir de los 75 años) y cuyas cuentas estén inactivas, es decir, que ya no sigan trabajando al menos formalmente.
Según cifras del mismo gobierno federal, los ahorros no reclamados que actualmente se encuentran en las Afores y que se podrían destinar al Fondo si se aprueba la reforma ascienden a poco más de 40,000 millones de pesos (que están en alrededor de 260,000 cuentas).
Varios especialistas y organizaciones de la sociedad civil han advertido que las fuentes de financiamiento que se plantean en un inicio para el Fondo no serán sostenibles para financiar las pensiones de los trabajadores en el largo plazo.
Será un fideicomiso público
El Fondo será constituido por la Secretaría de Hacienda como un fideicomiso público en el que el Banco de México (Banxico) será el fiduciario, es decir, el encargado de los recursos.
Además, contará con un comité técnico en el que participarán varias autoridades financieras como la SHCP y el Banxico que deberá emitir las reglas de operación sobre la recepción, administración, inversión, entregas y rendimientos de los recursos del Fondo.
Una vez que la reforma sea aprobada en la Cámara de Diputados, pasará al Senado de la República, en donde se espera que igualmente pase con el aval de la mayoría de Morena y sus aliados, antes de que finalice el actual periodo ordinario de sesiones (el próximo 30 de abril).
Ya que sea aprobado en ambas cámaras legislativas, el Presidente de la República deberá emitir dentro de los 60 días posteriores el decreto para la creación del Fondo, además de que se deberán publicar sus reglas de operación.
¿Me van a quitar mis recursos?
Cuando se dio a conocer la iniciativa de los diputados morenistas, surgieron señalamientos en el sentido de que el gobierno quería expropiar los ahorros de los trabajadores o de que con el Fondo se le iba a meter mano a las pensiones de la gente.
La realidad es que de aprobarse la reforma, únicamente se van a destinar al Fondo los ahorros en cuentas inactivas sin reclamar y cuyo titular ya tiene 70 años o más.
Es decir, si tú no tienes esa edad o estás dentro del rango pero ya estás pensionado, esta reforma no afectará en lo absoluto los ahorros que tienes en tu Afore.
Además de que aun cuando dichos ahorros sin reclamar se enviarán al Fondo, tanto los trabajadores como sus beneficiarios podrán reclamarlos en cualquier momento, debido a que esos recursos son, por ley, imprescriptibles.
Para esto, el Fondo de Pensiones para el Bienestar deberá crear una reserva financiera suficiente, con el objetivo de poder devolverle sus recursos a los trabajadores (o en su caso, a sus beneficiarios) que los reclamen.
Es necesario aclarar que en la reforma de los diputados de Morena no queda del todo claro cuál será el trámite que deberán realizar los trabajadores que quieran reclamar sus recursos una vez que éstos hayan sido enviados al Fondo.
La Asociación Mexicana de Afores (Amafore) ha dicho que la reforma no implica “ninguna expropiación” de los ahorros, sino que simplemente formaliza una transferencia de recursos que ya venía ocurriendo desde años atrás.
Y es que las leyes del IMSS, ISSSTE e Infonavit ya contemplaban desde el 2020 la transferencia al gobierno de ahorros no reclamados, sólo que bajo criterios distintos.
Según cifras del gobierno, hasta ahora las 10 Afores que hay en el país les han transferido un total de 368.6 millones de pesos de recursos para el retiro sin reclamar.
¿Cómo ubico mi Afore?
Si tú trabajas formalmente y quieres saber dónde está tu Afore, o bien quieres conocer tu estado de cuenta, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) pone a tu disposición el siguiente número telefónico: 55 13 28 50 00
O bien, igualmente puedes consultar esta información a través de la aplicación Afore Móvil o del sitio Afore Web.
Para hacer estas consultas, únicamente necesitas contar con tu número de seguridad social y tu CURP.
Con información de El Economista