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Columna Política «Diputado 501», Por Antonio TENORIO ADAME (18-III-2024).- El presidente Andrés Manuel López Obrador refirió, durante una de sus mañanera, la posibilidad de un “golpe técnico blando”.
Reclamos de las Minorías.
El señalamiento presidencial es una declaración política más que un estado de emergencia; el pronunciamiento altera el orden pacífico de la decisión de relevo en el poder, porque lo que se pone en riesgo no es su legitimidad.
En esas circunstancias, lo que priva es un vacío o ausencia del Estado en un tercio del territorio nacional donde se impone la ley armada del más fuerte.
Por tanto, no es el golpe de Estado contra las instituciones, porque desde hace un siglo que el país dio término a los “golpes militares” que asolaron durante todo el siglo XIX la gobernabilidad del país.
Emilio Rabasa da cuenta de lo entonces ocurrido, hace dos siglos, después del Congreso constituyente de 1824, al respecto señala:
“En los veinticinco años que corren de adelante, la nación mexicana tuvo siete congresos constituyentes que produjeron como obra una Acta Constitutiva, tres constituciones y una Acta de Reformas y, como consecuencia, dos golpes de Estado, varios cuartelazos en nombre de la soberanía popular, muchos planes revolucionarios, multitud de asonadas e infinidad de protestas, peticiones, manifiestos, declaraciones y de cuanto el ingenio descontentadizo ha podido inventar para mover el desorden y encender los ánimos.
Y a esta porfía de la revuelta y el desprestigio de las leyes, en que los gobiernos solían ser más activos que la soldadesca y las facciones, y en que el pueblo no era sino materia disponible, llevaron aquellos el contingente más poderoso para aniquilar la fe de la nación con la disolución de dos congresos legítimos y la consagración como constituyentes de tres asambleas sin poderes ni apariencia de legitimidad”.(Rabasa, Emilio 1999).
En la etapa post revolucionaria, fue el gobierno de Álvaro Obregón quien suscribiera los “Tratados de Bucareli”, donde se reconociera la administración del gobierno del sonorense, a la vez, el artículo 27 de la Constitución quedó sin efectos a favor de los intereses de Estados Unidos.
Como resultado del reconocimiento otorgado por el vecino país, este apoyo se manifestó con la disposición de armamento de 5 mil rifles, 10 millones de cartuchos e incluida fuerza aérea con la que se cerró el paso a los rebeldes de la Huerta.
En México, pesa mucho la desigualdad asimétrica de armas entre el país y Estados Unidos; se trata de una de las mayores discrepancias que afecta la seguridad nacional de México, al grado de convertirse en el principal problema de la seguridad nacional de México.
Las Mayorías responden.
En nuestro país, aunque terminaron los golpes militares, varios de sus Presidentes durante su mandato recibieron ataques a su persona. A pesar de la flagrancia penal no llegaron a considerarlo una amenaza al estado de seguridad nacional.
El propio Obregón fue objeto de atentados contra su persona, de modo semejante, Pascual Ortíz Rubio, quien terminó renunciando al cargo, y Manuel Ávila Camacho fue atacado en puertas de Palacio Nacional, entre otros, estuvieron en el percance, sino de sufrir la perdida del poder sí arriesgaron su existencia.
La advertencia del presidente López Obrador, puesto ya en marcha el proceso electoral, deja la sensación de una intención de blindar los resultados electorales con la posibilidad de una declaratoria de estado de excepción, dadas condiciones adversas en la casilla.
Aunque también existe la presunción de cubrir la intención de desviar el acoso presidencial promovido en redes, donde se arremete contra la integridad moral del dignatario, al mencionar el financiamiento oscuro de sus campañas, así como la tensión generada por la irrupción de los normalistas de Ayotzinapa, hasta llegar al extremo de derribar la puerta norte de Palacio Nacional, añadiendo el asesinato más de un estudiante, dando origen a una crisis de poder en el estado de Guerrero.
La puerta norte de Palacio fue derribada exigiendo diálogo, como en 1968 también se vuelve a pedir.
Cabe relatar la experiencia propia de este su escribidor, quien en abril de 1961, ante la amenaza de cerrar la Normal de Maestros de San Cosme en la Ciudad de México, se realizaron diversas movilizaciones con apoyo del estudiantado de la urbe capitalina, dando como resultado el intento por ingresar a Palacio Nacional por la puerta presidencial, (extremo sur), cuyo acceso fue impedido por los Guardias Presidenciales que custodiaban el Palacio, dando como resultado un vaivén de impulso estudiantil y su respectivo rechazo por los hombres armados en preparación de fuego, fue en ese trance de angustia por el coronel a cargo de la tropa, que se escuchó la orden, de “pase Antonio Tenorio con cinco personas”.
Al traspasar el dintel de la Puerta Presidencial, se respiró un gran alivio; al paso de ascenso con dirección al despacho del mandatario, se realizó la entrevista para entregar un pliego de peticiones contendiendo la demanda de no cerrar la Normal de maestros, más otras seis peticiones con la solicitud de las demandas que posteriormente sería similar al pliego petitorio del Movimiento del 68.
Los Mandatos Constitucionales.
La noche de la Puerta Presidencial de 1961 antecedió a la cerrazón que mostraría Gustavo Díaz Ordaz, un sexenio después, cuyos funestos resultados son conocidos con repudio.
Ahora se vuelve a impedir el acceso a demandas de justicia bajo el artilugio de un dialogo sin intermediaros, ni interlocutores oficiales, como el senador Ricardo Monreal, ni abogados como Vidulfo Rosales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador mantiene el poder con el tiempo regresivo, su responsabilidad concierne al cumplimiento de la ley y la conciliación de los involucrados en tan trágicos acontecimientos.
