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¿Estado o Mercado? (columna Política «Diputado 501»)

Columna Política «Diputado 501», Por Antonio TENORIO ADAME (05-V-2023).- La democracia mexicana vive en una incongruencia, mientras la popularidad de Presidente es elevada, superior a 58%, en cambio el Congreso va en declive.

¿Rey famoso?; ¿Poderes famélicos?. ¿Una paradoja de la democracia?
POR LA MINORIA

La LXV Legislatura cerró su periodo ordinario de sesiones en medio del escándalo; entre la incompetencia de los opositores y la desmesura del poder.

En la madrugada del 29 de abril, durante una sesión de 66 senadores de Morena, se aprobaron con velocidad de un relámpago, de cinco horas, 20 dictámenes con el contenido de 18 leyes ordinarias y 2 reformas constitucionales.

Nada nuevo en nuestro sistema presidencialista, donde la carencia de cultura parlamentaria se mantiene por abajo de los avances democráticos.

¿Cuál es la prisa por modificar un buen volumen de leyes?.
La 4T busca consolidarse, pero sus alcances no impactan aun en la forma de gobierno, ni tampoco en el carácter del mercado, ya que el Presidencialismo y el Neoliberalismo campean por sus fueros.

En la pretensión de cambiar el mundo, el factor tiempo es el más escaso de los recursos, más aún cuando se enfrenta la extinción sexenal, así como de lo imprevisible del quebranto saludable.

Entre los rasgos nihilistas del carácter mexicano, se cuenta el poco arraigo a la conservación de las obras; se dice desde los tiempos de Ehecatl, Dios de los Vientos y el cambio, la destrucción cultural inscrita se quemaba en cada 5º Sol, donde volvía a renacer la luz del conocimiento.

También, en tanto, ha cambiado el entorno en que se dan las diferencias, como son:
1). La prevalencia del poder revisor de la Corte que hará sentir las contradicciones: constitucionales.

2). La evaluación regresiva de la reelección de legisladores como un fracaso de mejoramiento de su formación profesional.

Al respecto, en el proceso de superación de calidad democrática, los daños colaterales de la 4T no deberían de ocurrir porque la actual Legislatura se autodenomina como la de “Paridad, inclusión y diversidad”; además de haberse formado bajo el manto benévolo de la reelección; es la primera Legislatura conformada una quinta parte por diputados veteranos.

POR LA MAYORIA

A pesar de esos cambios favorables al desarrollo del “buen legislador”, ni se lograron reformas sustanciales de grandes repercusiones, como tampoco brillaron tribunos o se elaboraron tesis constitucionales o se dirimieron asuntos de la integración espacial comercial. La obra Legislativa es nula.
Una Legislatura del montón.

Las Cámaras respondieron en desintonía; en el Senado, tradicionalmente considerado cámara revisora y leal al Ejecutivo, se dieron los síntomas de mayor desequilibrio:

  1. Una coalición opositora que obstaculiza la aprobación de cambios constitucionales;
  2. La presencia de aliados electorales que rompieron su vinculación oficial;
    3 Una mayoría oficial dividida con un liderazgo sostiene la aspiración de la “corcholata” del senador Ricardo Monreal.

A primer examen se registra un juego de alianzas. Entre oposición y Morena monrealista, de ocurrir, se mostraría un quiebre en la unidad del grupo oficial en tiempos que debe mantenerse unidos hasta la nominación del aspirante ungido en las proximidades del 4 de octubre cuando se dé a conocer la “corcholata” de las preferencias.

Mientras el bloque opositor se plantea los mecanismos unitarios que le darán capacidad competitiva para el 2024.

La oposición, en tanto, impugnará los resultados de ese “alud” de leyes; quiere dar cuenta de cada irregularidad cometida; los ministros de la Corte darán su sentencia, la ley se modificará o declarará nula.

El panista Jorge Triana, líder cameral de diputados, señala 12 leyes que serán impugnadas: la extinción de INSABI; la entrega del Tren Maya a la Sedena por tiempo indefinido; la ampliación de facultades a la Sedena para protección del espacio aéreo y la Ley de Bienes Nacionales, con la que se pretende asegurar mejor precio en las licitaciones de muebles e inmuebles públicos, entre otras.

En las expectativas de la senadora Josefina Vázquez Mota, la anulación de leyes asciende a 18, debido a que en dos había consenso, como el caso de la Ley de 3 de 3 para castigar a deudores de pensión alimenticia, así también en la supresión de INSABI.

Los asuntos de posible atención son: el abandono del INAI, en el que se centró el punto de negociación para lograr nombrar uno solo de sus Consejeros a fin de operar una iniciativa de Morena pretende reducir los consejeros a tres e introducir el sorteo para su elección; luego la Ley minera, al parecer se sustituyó la enviada por el Presidente de márgenes de protección más alto a los intereses comunitarios; la desaparición de la Financiera Rural por ineficiente y operación muy altos de corrupción; éstos son, entre otros, 20 órganos que desaparecieron.

La desarticulación Presidencial estuvo carente de evaluación informativa; la difusión de la mañanera sirvió a modo de campaña sumaria, responde a un solo criterio -¿austeridad?- sin ofrecer otras razones que obligan a su desintegración, pero sobre todo faltó el planteamiento alterno, complementario de los nuevos nichos a los elementos bajo tutela en el Estado de bienestar. Es necesaria la propuesta de sustitución.

DICTAMEN CONSTITUCIONAL
El parto de la Nación mexicana se inició la madrugada del 16 de septiembre de 1810, el acta de nacimiento de su soberanía se inscribió en la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, a las que siguieron dos Constituciones Centralistas, la Acta Constitutiva y de reformas de 1847 y la Constitución política de los Estados Unidos mexicanos en 1917.

Cada uno de estos códigos supremos da cuenta de las fases constitutivas de la Nación, la que al nacer tuvo que evolucionar para alcanzar la madurez que le impedían las potencias externas. Fue una lucha librada en el curso del siglo XIX e inicios del siguiente.

La culminación de esta marcha se enmarca en la expropiación petrolera de 1938, con el nacionalismo revolucionario, mismo que inició a acotarse en el alemanismo 1946-1952 y plasmado en el TLCAN de Salinas en 1995 y las reformas estructurales del Peñismo en 2014.
Esa fue la marcha al Monte Calvario de nuestra nación.

La 4T no alcanza a calificar en ese rango de cambios históricos: carece de cambio de régimen de gobierno, o forma de relaciones de mercado, aunque sus aportaciones sean importantes.

Los recortes legislativos realizados por la administración de Morena son en ese entorno, sólo ajustes presupuestales impuestos, por la racionalidad o experiencia, pero también por mantener vivo el objetivo de inicio del gobierno de favorecer las prioridades como emblemas de sus logros de un régimen basado en su lucha contra la corrupción.

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