Columna Política «Barricada», Por Emmanuel Cervantes (18-IV-2023).- Al PRD siempre le gustó pelearse por crear tribus que se desgarraban por los recursos del partido y las candidaturas. Florecían como cotos de poder listos para dar zarpazos al cajón del dinero.
No pocas veces al frente de las tribus estaban líderes temporales que tenían poder hasta que llegaba su pupilo y les asestaba un mazazo para quedarse con el control. Hoy, diezmados, solo hay de dos: Foro Nuevo Sol de Silvano o el equipo del fiscal Adrián López Solís.
La renuncia de un sector de Nueva Izquierda de Antonio Soto -otrora poderosa expresión dedicada al chantaje político- dejó al PRD todavía más manco, quien vaga mutilado dando tropiezos.
Veremos ahora quién tiene más poder: los cachorros del fiscal -como el dirigente Octavio Ocampo- o -los contados con una mano- fieles escuderos de Silvano.
Soto o el caballo de Troya
Antonio Soto tiene positivos a su favor para llegar al gabinete estatal, pero también todos los negativos. Sin duda es un hábil operador político, tiene experiencia legislativa y en la “grilla”. Deberá estar ocupado o se convertirá en el “zopilote” acechando a varios en el gabinete.
En la política, como en la vida diaria, los vacíos se llenan. Debe haber una autorreflexión real, sincera de aquellos funcionarios y líderes morenistas que espantados se dan golpes de pecho con la llegada de Soto. ¿No será también que no han dado el ancho?
Soto realmente habrá dejado a Silvano. No lo creo, me parece falso. Más bien veo que puede ser un caballo de Troya: “grillar”, generar problemas en lo corto, incluso orejear para otros amos.
Un episodio que desnuda su forma de operar: Soto era gente de Cristóbal Arias, y este buscaba cómo hacer a su esposa, María Ortega diputada. No le alcanzaban los votos.
Entonces, Soto -igual que Efraín García Becerra-, fingió un rompimiento público con Cristóbal Arias, simuló y engañó diciendo que jamás seguiría con el hoy senador -otro al que revivieron-, pero llegó el Consejo y todos votaron a favor de Ortega. Jamás hubo ningún rompimiento. Quedó en evidencia para el perredismo. Este es solo un ejemplo.
En el Congreso
El intento de Mega Representación Parlamentaria en el Congreso local tomó otros rumbos con la incorporación de nuevos diputados. Sí habrá ese bloque enorme, pero no para los silvanistas como predecían. Una jugada muy bien orquestada y otro golpe para los alfiles del exgobernador. Marco Polo asumirá Presidencia de la Jucopo y AN recibirá la Mesa Directiva.
Haciendo números, este es el valor y representación real de cada grupo: RP 15 diputados con el 37.5 por ciento; Morena 8 Dip 20 %; PRI 7 Dip 17.5 %; PAN 7 Dip 17.5% y PT 3 Dip 7.5, la interpretación numérica explica que los aliados de Ramírez Bedolla son mayoría dentro y fuera de Morena.
Y en AN…
Por cierto, no hay que olvidar que tenemos a un paisano como nada menos que dirigente nacional de un partido. Sí, del PAN, Marko Cortés, quien está desparecido, empequeñecido. Su carrera política ha sido ascendente y meteórica hasta que le tocó la Presidencia albiazul y ser oposición al actual Gobierno. Eclipsado, sabe que políticamente debe continuar operando para que Santiago Creel sea el próximo candidato presidencial -siempre han sido parte del mismo equipo que comenzó como bloque opositor a Felipe Calderón-, y él refugiarse en el primer lugar de las pluris al Senado, porque también sabe que no tendrá espacio en un gabinete creelista, porque no lo habrá.
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