Columna Política «Diputado 501», Por Antonio TENORIO ADAME (25-II-2023).- El presidente López Obrador dijo en la mañanera del 22 del presente, que el juicio de Genaro García Luna, “ayuda a la limpia de la corrupción del país”.
Un pronunciamiento certero que implica también, otras realidades, como la complicada convivencia entre nuestras naciones.
Por la Negativa.
Quien fuera secretario de la Seguridad Mexicana, Genaro García Luna, fue juzgado en el extranjero.
El Jurado lo encontró culpable de cinco delitos: tres vinculados a la cocaina, otro en organización criminal, y el de emitir falsedades al solicitar naturalización estadounidense .
El fiscal de Estados Unidos del distrito este de Nueva York lo declaro “traidor” a México y de los miembros honestos de las agencias de la ley que arriesgaron sus vidas para desmantelar cárteles de la droga. Además, se le adjudicó su función en el servicio público como la de un “vicepresidente”. Así lo vieron.
PRIMERO.- Desde el extranjero nos señalan a nuestros traidores, ¿es correcto?, ¿hay incapacidad en aplicar la justicia soberana?, ¿requerimos del exterior para definir a los traidores?, ¿nos falta nacionalismo o nos sobra asimilación?
Lo cierto es que el problema de drogas nos afecta a ambos países, aunque de modo distinto, como también la capacidad de solución es desigual.
En cuanto a las reacciones internas de este juicio una sobresaliente ha sido su aplicación partidista, un mal que oculta la asimetría de la aplicación de justicia que caracteriza la relación binacional México y Estados Unidos.
El general Miguel Negrete, un reconocido militar conservador, manifestó ante la invasión del ejército francés, “antes que partido tengo patria”. Una máxima aun necesaria.
SEGUNDO.- Esa claridad para visualizar el interés nacional no aparece en la apreciación de la convivencia vecina, como se muestra en el tema de las armas, donde existe una contradicción.
Mientras la libertad de portar armas es un derechos establecido en la enmienda 2 constitucional, como principio básico del federalismo de la Unión Americana, en México se encuentra restringido por el registro de armas y de prohibición de armas de “uso reglamentario del Ejército”; el celo oficial no es otro que el temor de una rebelión civil provocada por las condiciones de pobreza.
Una de las mayores desigualdades de la relación binacional es la portación de armas, para el norte es una libertad que en ocasiones son causa de masacre de odio, pero sustentan su compulsión bélica de imperio.
En cambio en México se encuentran bajo el signo del desprecio a la vida, como lo revela las 100 vidas sacrificadas cada día . Los 100 mil fantasmas siniestros de los desaparecidos y las 37 mil cuerpos sin identificar encontrados en tumbas clandestinas. Todo un agudo drama de crisis múltiple humanitaria.
La sombra siniestra del genocidio es resultado de la introducción ilegal, contrabando de armas que propicia la relación del narcotráfico a través de la colusión de armeros y el contrabando.
En febrero de 2020, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, le comunicaron al entonces procurador general de justicia de Estados Unidos, la decisión válida y en reciprocidad del gobierno de México de empezar a solicitar la extradición de narcos estadounidenses.
Una decisión que se encuentra empolvada.
Lo que se mantiene sin mayores logros ha sido las dos demandas a las armerías por ventas de equipo de alto poder a personas no acreditadas. Así como también se han señalado a los condados con mayores ventas de armas.
Existen antecedentes de ventas de armas clandestinas desde 2013; en San Juan Texas se involucró a Crystal Espinoza quien, en venta ficticia con agentes oficiales, aceptó vender armas destinadas al narco mexicano. El caso llegó a tribunales.
No así el relativo a “Irán gate” de 1985, como tampoco el conocido como “Rápido y furioso”, con la introducción de armas marcadas con el fin de darles seguimiento para establecer rutas al narcotráfico; no se tuvo resultados como tampoco responsables , entre ellos el secretario García Luna.
Ante un grave problema que nos afecta a los mexicanos por igual se prefiere descargar en el otro la culpa. ¿No acaso Carranza y el dictador Huerta, en posiciones extremas, rechazaron la invasión de marines en Veracruz en 1917 ?
García Luna muestra la escabrosa relación entre fronteras, no es ni el primero ni el único conflicto, pero sí es indigno por sus características.
POR LA AFIRMATIVA
DOS.- Vale la pena examinar otro aspecto del juicio de Nueva York, donde al inculpado se le presentó ante el jurado como un súper poderoso funcionario que actuaba como “vicepresidente “, hay que recordar que este cargo equivale a la “antesala de la Presidencia” en la Unión Americana.
En este contexto se entiende que, si bien en México no existe el cargo oficial, sí opera en la realidad, como ocurrió con xxx durante el régimen de Peña Nieto 2012 a 2018…El significado es que en los hechos el Presidencialismo mexicano se ha bifurcado en sus funciones como Jefe de Nación y Jefe de Gobierno.
Lo que ocurre en la práctica indica los tiempos de cambio, pese a que la Ley Orgánica de la Federación establece que la coordinación entre el Poder Ejecutivo y los otros poderes, recae en la Secretaria de Gobernación, no siempre se ha acatado la disposición orgánica, sino los Presidentes han delegado funciones propias a titulares de otras dependencias, en función de la confianza, como se observa en los casos de:
A. José Córdoba Montoya con Salinas;
B. Luis Tellez Kuzlner con Zedillo,
C. Martha Sahagún con Fox,
D. Genaro García Luna con Calderón
E. Luis Videgaray con Peña Nieto.
Ellos son la extensión del poder, desde su impasible serenidad, actuaron como vicepresidentes sin legitimidad pero con rigor.
En el Gobierno de López Obrador, ocurre lo contrario, se privilegia al Jefe de Gobierno sin disponer por el contrario de Jefe de la Nación.
Es conveniente examinar con rigor su comportamiento y considerar sus ventajas y obstáculos.
TRES.- Ante un grave problema que nos afecta a los mexicanos por igual se prefiere descargar en el otro la culpa. ¿No acaso Carranza y el dictador Huerta, en posiciones extremas, rechazaron la invasión de marines en Veracruz en 1917 ?.
García Luna muestra la escabrosa relación entre fronteras, no es ni el primero ni el único mexicano sujeto a juicio en los Estados Unidos.
Un anverso de lo que ahora ocurre fue el proceso judicial de Ricardo Flores Magón, quien se acogió a la solidaridad de militantes anarcos laboristas estadounidenses en su lucha política, siendo sometido a prisión en el penal Leavenworth de Kansas, donde se extinguió su valerosa vida en noviembre de 1922.
Rememorar su ejemplar vida a favor de los derechos sociales, es de cierta manera extender un desagravio a la historia nacional y ratificar la inconformidad por la justicia segregacionista con visión de subordinación de los Estados Unidos.
PARA SU PROMULGACIÓN
Las propuestas de la Cancillería suenan razonables pero carecen de fuerza, no disponen de apoyo en cabildeo, ni tampoco de opinión publica en el exterior.
Es momento de pensar en acuerdos integracionistas donde la reciprocidad sea rectora para entender que no hay solución posible de una frontera segura sin tratar asuntos binacionales, como narcotráfico y su variable derivada del contrabando de armas; se trata de un tema de jurisdicción y control compartido, para estudiar la criminalidad de ámbito binacional.
¿Pensar en la patria desde sus referencias geopolíticas universales?, ¿un interés humanista compartido?