Inicio / El Mirador / El festival de San Miguel Curahuango y su historia

El festival de San Miguel Curahuango y su historia

(Por José Cruz Delgado)

Morelia, Mich., 8 de Febrero de 2023.- La tenencia de San Miguel Curahuango de Maravatio, Michoacán, ha comenzado los preparativos de su tradicional carnaval 2020, para que las familias maravatienses y visitantes disfruten de danzas, espectáculos musicales, degustar antojitos y disfrutar de los juegos mecánicos.

El carnaval es una celebración que tiene lugar antes de la cuaresma cristiana (que se inicia con el Miércoles de Ceniza), y que tiene fecha variable (entre febrero y marzo según el año). Tradicionalmente comienza un jueves (jueves lardero) y acaba el martes siguiente (martes de carnaval). En los carnavales se combinan elementos como disfraces, grupos que cantan coplas, desfiles y la danzas del torito.
Para avanzar en la planeación del Carnaval en su edición 2020, la Coordinación de la tenencia se reunió con representantes de distintas instituciones para próximamente dar a conocer fechas, actividades y convocatorias de esta tradicional festividad.
En próximos días se dará a conocer el programa oficial del Carnaval 2020, incluido el certamen y coronación de la Reina, y la premiación de los concursos.
Todos los años entre los meses de febrero y marzo, cuarenta días antes de la cuaresma cristiana, se lleva a cabo la fiesta del Carnaval, una costumbre de origen muy antiguo e incierto, sin datos históricos contundentes. No obstante, algunos historiadores la sitúan en Sumeria hace aproximadamente 5000 años, relacionándola con la buena cosecha y en donde eran permitidos toda clase de excesos carnales. También se ha relacionado su origen con las festividades paganas griegas y romanas en honor al Dios Baco o Dionisio (dios del vino).
El propósito original de esta festividad era que los participantes, en especial los cristianos, celebraran, compartieran y jugaran libremente en el anonimato para evitar la deshonra pública, al ocultar su identidad detrás de máscaras y disfraces, antes de entrar en el periodo de abstinencia y reflexión que la cuaresma exige a partir del miércoles de ceniza. El carnaval se caracteriza por la música, el espectáculo del desfile, los conciertos y la alegría de quienes intervienen en él.
A pesar de que los carnavales se han transformado con el paso del tiempo, aún conservan algunos de los elementos esenciales como la coronación del Rey Feo, que debe poseer una personalidad desinhibida, graciosa y grotesca, lo contrario a la Reina quien es elegida por su belleza para representar la tentación; además, la fiesta debe hacerse en las calles para que llegue a todos los rincones posibles.
En la actualidad, el carnaval es una fiesta para pasarla bien y se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos como el Carnaval de Venecia en Italia o el de Río de Janeiro en Brasil. En México, el carnaval fue traído con la conquista española y la mezcla de culturas hizo que esta celebración tuviera sus propias peculiaridades y costumbres.
El más grande y representativo en el país es el Carnaval de Veracruz, que se realiza desde la época de la colonia y cuyo rasgo distintivo tradicional es la Quema del Mal Humor donde se incineran hechos y personajes públicos indeseables para espantarlos de la realidad y eliminarlos.
También se encuentran el Carnaval de Tlaxcala con su mezcla de danzas prehispánicas y música europea del siglo XVII, y el Carnaval de Campeche, uno de los más antiguos desde 1582, con su festival de las flores. Otros no menos importantes se llevan a cabo en Yucatán, Sinaloa, Mazatlán, Puebla y Mérida.
Los carnavales recuerdan la alegría de las fiestas con sus carrozas, desfiles, coronaciones y actividades culturales, trayendo consigo las tradiciones de nuestra cultura y el legado de nuestros antepasados.
La fiesta de carnaval generalmente es vista como la fiesta de la carne o la celebración de lo mundano. En América, se fusionaron las costumbres, las ideas y las celebraciones europeas con las fiestas paganas de los pueblos conquistados. Se dice que fue don Vasco de Quiroga, primer Obispo del estado de Michoacán, quien ideó la creación de un toro recubierto con un petate, figura que se convirtió, en uno de los elementos principales de los carnavales michoacanos, y que a la fecha sigue apareciendo como figura central de la celebración.
Originalmente los toritos danzaban acompañados de la música de tambores, trompetas y chirimías, pero hoy los acompañan bandas de música y las famosas y ancestrales maringuías, que enmarcan el baile por las calles de cada barrio de los pueblos, mientras a la par se dejan ver y escuchar los fuegos artificiales.
La fiesta de carnaval, como la danza del torito se lleva a cabo en diversas partes del estado de Michoacán. Muchos consideran a Tarímbaro como la cuna de los toritos de petate porque el testimonio escrito más antiguo que hay sobre esta manifestación alude a esa localidad; sin embrago, en San Miguel Curahuango, municipio de Maravatío, también la danza del torito y las maringuías tiene registros ancestrales.
Se supone que esta danza tuvo su origen en el «parakata uarakua», que en lengua purépecha significa danza de la mariposa. Como sucedía con muchas danzas que se ejecutaban desde antes de la llegada de los españoles, ésta también tuvo carácter ceremonial. Después de tantos siglos y distintas influencias, se transformó hasta ser parte de una manifestación festiva. En ella son tres los personajes representados: el sabio mayor (T´arepeti), la María (maringuía) y los K’urpiticha; los dos primeros son personajes únicos, mientras que los Cúrpites pueden llegar a ser hasta 40. Y especialmente es la Maringuía -como hoy se conoce al personaje representado por un hombre vestido de mujer- el que ha trascendido a este siglo y en especial en San Miguel, donde el Carnaval se ha convertido en una comparsa y celebración a la vida.
De entre todas las danzas de la región purépecha sobre sale una: la de los viejitos. Sin embargo, otra danza también de importancia, aunque no con tanto reconocimiento, es la danza del universo que ejecutaban, ya no chamanes o ancianos sabios, sino gente común con un solo chaman que representaba a tata jurhiata (el sol); una maringuía que representaba a nana Cuerapiri (la tierra) y otros elementos que representaban a los planetas restantes del sistema solar, y un elemento extra que representaba un cometa. Esta danza era ejecutada imitando los movimientos de estos astros en el universo.
Era una danza que requería un esfuerzo extraordinario de parte de los danzantes, y difícilmente podían encontrarse los cuatro personajes que ejecutaran la danza y para preservarla, enseñaron la danza a jóvenes que pudieran aguantar el ritmo y esfuerzo de la misma y aunque inicialmente sólo era acompañada con un teponaxtle (tambor), y una chirimía (flauta de carrizo o barro) al perder el sentido místico y ritual, se le fueron agregando músicos e instrumentos, así como danzantes.
En la época de la Reforma, los mestizos se apoderaron de la danza y le implementaron atavíos distintos, como listones de seda china, camisas, máscaras con rasgos hispanos y hasta de imágenes sacras, trajes de charro y camisas vaqueras, todo lo elegante y exótico tenía cabida en este festejo, que fue ubicado en el calendario religioso justamente en la época del carnaval. Así trascendió y la danza dejó de ser ritual, incrementó el número de participantes, así como de maringuías, las cuales empezaron a llevar un paso y ritmo distinto del grupo de danzantes, pues marcaron un paso muy femenino y recatado.
Toda esta herencia cultural se ve reflejada en el estado y especialmente en San Miguel Curahuango, Municipio de Maravatio, Michoacán, donde el Carnaval inicia con la alegría de un pueblo, el entusiasmo por la vida y el desapego a las normas. Todos los habitantes de San Miguel participan en la danza, en la música o sólo como espectadores, pero en cada uno de ellos se simboliza una parte de nosotros mismos, de nuestra humanidad.
Los habitantes de San Miguel Curahuango buscan mantener la tradición como lo hicieron sus antepasados, que permitieron la llegada de nuevas costumbres e ideas de otras regiones, que formaron parte de sus orígenes sincréticos.
El Carnaval en San Miguel lo hacen las instituciones educativas, los centros religiosos, las asociaciones civiles, los grupos musicales y la población nativa del lugar o visitantes. Cada uno aporta algo nuevo para engrandecer la festividad y mantener la tradición que inevitablemente pasará a las nuevas generaciones. Su preocupación por hacer este rescate cultural los ha llevado a crear escuelas donde se enseñan danzas tradicionales autóctonas y donde se elaboran documentos que explican el origen y evolución de cada tradición.
La danza del torito, principal participante en el desfile de carnaval, sigue siendo una de las figuras centrales en esta festividad, que aunque en otros lugares también existe aquí en San Miguel tiene su propio matiz. En entrevista el maestro Juan Miguel Núñez Santillán, historiador y promotor cultural en San Miguel Curahuango, nos dice que la danza del torito se estableció después de la colonización y que es originaria de San Miguel. Él mismo nos explica lo que representan ahora cada uno de los personajes que desfilan danzando al compás de la música de la vida.
La danza del torito como las maringuías tienen su propio espacio pues son ellos quienes representan la mayor carga simbólica en el desfile. El toro, quien da el nombre a la danza, es principalmente un agregado psicológico, es la evasión a la maldad representada por el diablo que intenta cazarlo, así el toro convierte su propia danza en una forma de eludir la maldad. Los apaches, son la remembranza de aquellos indígenas nómadas que alguna vez llegaban a San Miguel, danzaban y hacían sus propios rituales, estos antiguos guerreros son la fuerza del hombre que se niega a envejecer, la lucha diaria por la fortaleza y la vida.
El colorido carnaval que los habitantes de San Miguel Curahuango organizan es la representación de los siete pecados capitales, y la feroz lucha por liberarse de ellos y purificar el espíritu e iniciar «como dios manda» la cuaresma. El martes de carnaval después de ayunar, limpios de todo mal rompen sus vestidos, para así abandonar el mal en esas vestiduras viejas. Un personaje importante en la danza del torito es la maringuía, hombres vestidos de mujer y cuyo significado se remonta a épocas antiguas cuando el hombre era el único que iba a luchar, y para representar lo femenino se vestían de mujer, porque la dualidad hombre mujer siempre ha sido y es muy importante, ya que ambos trabajan en conjunto para sustentar la vida, recordando aquella danza de la que nos hablan los estudiosos, la danza del universo que por agredir la inteligencia de los conquistadores fue desaparecida.

Ver también

Presidenta Sheinbaum informa que fideicomisos del PJ serán para mejoras del ISSSTE

CDMX, 11 de abril del 2025.- Luego que el Consejo de la Judicatura (CJF) diera …

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *