27 de diciembre del 2022.- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha firmado este martes un decreto que prohíbe el suministro de petróleo y productos petrolíferos a aquellos países que apliquen un tope a los precios del crudo ruso. La medida, que responde al tope de 60 dólares por barril impuesto al crudo ruso por la Unión Europea, el G7 y Australia debido a la campaña militar rusa en Ucrania, entrará en vigor el 1 de febrero de 2023 y durará cinco meses, hasta el 1 de julio.
«Se prohíben las entregas de petróleo y productos petrolíferos rusos a entidades y particulares extranjeros, a condición de que en los contratos de estos suministros se prevea directa o indirectamente el uso de un mecanismo de fijación de precios máximos», dice el decreto, publicado en un portal gubernamental y en la página web del Kremlin.
El texto se ha presentado como una respuesta directa a las «acciones inamistosas y contradictorias con el derecho internacional por parte de Estados Unidos y los Estados extranjeros y las organizaciones internacionales que se unen a ellos».
Los países de la Unión Europea acordaron a principios de diciembre fijar un tope al precio del petróleo ruso de 60 dólares por barril, como parte de las represalias contra Moscú acordadas junto al G7 por la guerra en Ucrania.
El acuerdo garantiza que si el precio de mercado baja de 60 dólares el barril el tope se actualizará de tal forma que al menos esté un 5% por debajo del que tenga en el mercado.
La respuesta a lo que Rusia consideró «ataque contra el mercado»
Rusia, que ya había amenazado con cortes en el suministro en el caso de que saliera adelante la medida, calificó la maniobra de «ataque contra el mercado» y dijo que «cualquier referencia al tope es inaceptable».
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov ya había adelantado al conocer la noticia que el Kremlin respondería esta medida, aunque dijo que se tomaría tiempo para valorar «todos los pros y los contras» de las respuestas. Lo mismo sucederá, dijo, con el gas, para el que también se acordó un tope este mes.
El ministro de Finanzas, Antón Siluánov, ha dicho que el déficit presupuestario de Rusia podría superar el 2% del PIB previsto para 2023, ya que la limitación del precio del petróleo reducirá los ingresos por exportaciones, un obstáculo fiscal adicional para Moscú, que gasta mucho en su campaña militar en Ucrania.
Con información de RTVE