(Fotografía Claudio Naranjo).
Buenavista Tomatlán, Michoacán, 26 de octubre del 2022.- Quien camina sobre la calle José María Pavón Sur, enclavada en el barrio viejo de Buenavista Tomatlán, hace un viaje al pasado. Su arquitectura se desborda y la mañana plácida regala una luz perfecta para ser inmortalizada.
Vale la pena destacar la forma de construir de nuestros antecesores. Detrás de los ladrillos se asoman los adobes. Los ladrillos se hacían a mano dejando sus huellas en la construcción, luego los pintaban con cal o tierra de colores.
Las paredes de estas casas detenidas en el tiempo, y las cuales algunas fueron abandonadas, son térmicas porque los tabiques tienen un espesor de 50 centímetros.
Por lo que se refiere a las columnas, éstasfueron hechas con piedras cortadas a golpe para luego ser labradas.
La base de la construcción era realizada con renchidos hechos con piedras lodo, pedazos de ladrillos y tejas.
Se ensamblaba las ventanas puertas y todos con madera. Las ventanas hechas de material encajaban una con otras como piezas de rompecabezas. Se usaban varios tipos de clavos: Clavos de madera para las piezas grandes, los tarugos y pequeños clavos, en los extremos lucen oxidados los remaches de fierro forjado.
En una de las casas, la que se encuentra enfrente del centro cultural de la cabecera municipal, hay dinteles azules que son los marcos que realzan su majestuosidad.
Al fondo está el Templo Viejo, observando todo.