15 Septiembre 2022 Derechos humanos
El especialista en derechos humanos insta también a reconocer y garantizar los derechos de los pueblos indígenas al agua y recuerda que estos pueblos ven el agua como un bien común y no como una mercancía.
Frente a la crisis del agua, el mundo podría aprender mucho de las prácticas de gestión de los pueblos indígenas, ha asegurado este miércoles el relator* especial de la ONU sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento.
En un informe al Consejo de Derechos Humanos, Pedro Arrojo-Agudo** elogió los sistemas de agua ancestrales de los pueblos indígenas, pero expresó su profunda preocupación por la rápida disminución del acceso que estos tienen al agua potable y al saneamiento, dada la creciente presión sobre los recursos naturales en sus territorios.
«Los pueblos indígenas han sido capaces de preservar sus cosmovisiones, conocimientos y prácticas ancestrales, hoy ejemplares frente a la crisis mundial del agua, tanto en términos de gestión sostenible como de gobernanza democrática del agua potable y el saneamiento», destacó Arrojo-Agudo.
Sin embargo, señaló que, bajo argumentos de soberanía nacional sobre los recursos naturales y el agua, o manipulando el llamado interés general, «a menudo se descuida el derecho de los pueblos indígenas al consentimiento libre, previo e informado».
El experto independiente de la ONU observó cómo las consecuencias de la minería (que acapara tierras y agua), la construcción de presas hidroeléctricas y los grandes desarrollos turísticos afectan negativamente a los derechos humanos de los pueblos indígenas al agua potable y al saneamiento, contaminando sus recursos hídricos con tóxicos, afectando a sus medios de vida, causando problemas de salud, desalojos forzosos y desplazamientos.
Arrojo-Agudo dijo al Consejo de Derechos Humanos que los Estados deben reconocer a los pueblos indígenas en sus países y garantizarles el control de sus recursos hídricos para que se cumplan sus derechos humanos al agua potable y al saneamiento.
Una mujer indígena utilizando una red para pescar en las aguas del río Rupununi en Guyana.
Negar la diversidad cultural va contra la democracia
«Debo subrayar que negar la identidad y la diversidad cultural no fortalece la democracia ni promueve la equidad».
El relator también instó a los gobiernos a proporcionar a las autoridades e instituciones indígenas los medios financieros para garantizar sus derechos al agua y al saneamiento.
Además, destacó el papel de las mujeres indígenas como cuidadoras del agua y las luchas de los defensores de los derechos humanos de los indígenas, que a menudo se ven criminalizados y sufren violencia por defender sus recursos hídricos.
Arrojo-Agudo instó a los gobiernos y a todas las partes interesadas, incluido el sector privado, a respetar la visión de los pueblos indígenas sobre los recursos hídricos y su derecho al consentimiento libre, previo e informado.
«Los pueblos indígenas ven el agua como un bien común, y no como una mercancía», dijo.
*Los relatores especiales forman parte de lo que se conoce como Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo que se ocupan de situaciones específicas de países o de cuestiones temáticas en todo el mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y prestan sus servicios a título individual.
**Pedro Arrojo-Agudo (España) es el relator especial sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, nombrado en septiembre de 2020. Es catedrático emérito de Análisis Económico en la Universidad de Zaragoza y, anteriormente, fue diputado electo en el Parlamento español durante su undécima y duodécima legislatura, de 2016 a 2019.