15 de julio del 2022.- Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, fue detenido este viernes en un operativo encabezado por la Secretaría de Marina.
El capo de más de 69 años, miembro de la llamada «vieja escuela» y uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara, estaba prófugo desde enero de 2015 cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó su recaptura y lo volvió a acusar del homicidio del agente estadounidense Enrique «Kiki» Camarena, año y medio después de haber sido liberado.
«Es afirmativo», dijo un funcionario de la Marina que solicitó mantener su nombre en reserva. «No tenemos mayor información», agregó.
Caro Quintero cuenta a la fecha con dos órdenes de aprehensión por la Fiscalía General de la República (FGR) y una orden de extradición a Estados Unidos, país cuyo gobierno ofrecía una recompensa de 20 millones de dólares por información que llevara a su recaptura.
El narcotraficante fue puesto en libertad en el año 2013, después de cumplir una sentencia de 40 años por el homicidio de Enrique Camarena, agente de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, en sus siglas en inglés).
En agosto de ese año, un tribunal de apelaciones revocó la sentencia de 40 años en prisión de Rafael Caro Quintero por el homicidio de Camarena y también de un piloto del gobierno mexicano.
El histórico líder del Cártel de Guadalajara y ahora de 70 años de edad, era buscado por la DEA por el secuestro y asesinato en 1985 de Enrique Camarena y además por otros crímenes relacionados con el narcotráfico y la delincuencia organizada.
En la década de 1980, Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca formaron el Cártel de Guadalajara, la primera organización criminal mexicana dedicada exclusivamente al narcotráfico. Por años, el grupo centralizó el envío de toneladas de opio, marihuana y cocaína a Estados Unidos en alianza con los poderosos cárteles colombianos.
A fines de 1984, el gobierno mexicano y la DEA lanzaron una ofensiva contra el narco. Una de las primeras acciones fue el asalto a «El búfalo», un rancho de Caro ubicado en el estado norteño Chihuahua. La operación dejó la mayor destrucción de marihuana hasta ese entonces en el país: 8,000 toneladas.
Dentro de la finca, de unas 1,000 hectáreas de extensión, trabajaban cerca de 10,000 jornaleros, algunos de ellos, agentes infiltrados de la DEA. En febrero de 1985, Félix Gallardo ordenó el secuestro de uno de ellos: «Kiki» Camarena, un mexicano nacionalizado estadounidense.
Camarena y el piloto mexicano Alfredo Zavala, también infiltrado en el cártel, fueron secuestrados en Guadalajara y, más tarde, torturados y asesinados. Su muerte causó una crisis diplomática entre México y Estados Unidos.
Caro Quintero huyó a Costa Rica, donde fue capturado en septiembre de 1985 junto con Sara Cosío, su pareja de entonces e hija de un político local. Horas después, el delincuente fue extraditado a México, donde fue sentenciado a fines de 1989 a 40 años de cárcel. Años después, el capo narco negó haber asesinado a Camarena en una entrevista con la revista mexicana Proceso.
Al momento de su arresto, Caro Quintero tenía 32 años de edad, decenas de casas, discotecas, agencias de automóviles y hoteles, según los medios de la época. Casi 30 años después de su encierro, en agosto de 2013, el hombre, nacido en Badiraguato -ciudad natal del apresado narco Joaquín «El Chapo» Guzmán- obtuvo su libertad por un error en su juicio.
A principios de 2015 nuevamente fue acusado del homicidio de Camarena por un tribunal federal y se emitió una nueva orden de aprehensión en su contra.
Desde entonces, se encontraba prófugo de la justicia y algunos analistas aseguraban que había vuelto al negocio de las drogas, a pesar de que le dijo a Proceso: «Ya no soy narco (…) quiero vivir en paz».