Artículo de Fondo, Por Rogelio Sosa Pulido (mayo de 2022).- El concepto de calidad en el quehacer humano en general se inscribe siempre en las condiciones de tiempo y espacio de nuestras sociedades y responde, por lo tanto, al llamado espíritu de la época.
Nuestra época -ya es un lugar común decirlo- es una época de crisis. Lo que sigue en debate es qué tipo de crisis. En general, se plantea una crisis compleja que involucra al modelo neoliberal; al sistema capitalista y al conjunto de la civilización humana. Esta última dimensión de la crisis actual no tiene precedente porque nunca antes el ser humano se encontraba ante la posibilidad de autodestruirse por la vía de hacer insostenible su vida en el planeta dada su práctica depredadora o bien directamente por la vía de una guerra nuclear.
Desde esas perspectivas se deben plantear las líneas de intervención que han de implementar la sociedad y el Estado y por lo tanto, en la política educativa de nuestro tiempo es imprescindible replantear profundamente el sentido de la educación y lo que hemos de entender como una educación de calidad.
Es evidente la insostenibilidad del modelo capitalista de acumulación llamado neoliberalismo. Los excesos que se observan en la explotación, opresión exclusión de amplias mayorías de la población y el acelerado deterioro del entorno natural experimentado durante la aplicación de ese modelo, evidencian una crisis ya insostenible del mismo y evidencian también como causa estructural de ello, al sistema capitalista como régimen igualmente insostenible e inviable para la vida humana, al condicionar su existencia en la insuperable contradicción de combinar la generación social de la riqueza que realiza el conjunto de la sociedad y permitir la apropiación de la misma por parte de pequeños grupos privados. En esa contradicción se asienta entonces, por sus resultados, la evidente crisis de civilización en la que transitamos.
Frente al escenario actual, se requiere orientar los esfuerzos humanos hacia la superación de tales contradicciones colocando como prioridad los anhelos, voluntades y acciones, solidarias y progresistas de la sociedad en la búsqueda de lograr una vida digna, libre, sostenible y feliz. Esa es la bandera que la izquierda mexicana y particularmente MORENA deben levantar junto con las grandes mayorías que hoy confían y apoyan la Cuarta Transformación.
Así, entendemos el concepto de Educación de Calidad como el proceso mediante el cual se forman los individuos y los colectivos humanos para desarrollar las habilidades y capacidades creativas, los valores, la concepción científica del mundo y el conocimiento para transformarlo en un sentido progresista, crítico y comprometido con el cambio hacia una sociedad mejor basada en la solidaridad como la preocupación por “el otro” e involucrando en este valor los demás valores que nos caracterizan como especie gregaria avanzada: el respeto, la democracia, la libertad, la justicia y la armonía con nuestro entorno vital.
Nuestra visión y compromiso por una educación de calidad se fundamenta en los elementos siguientes:
- La construcción de una sociedad de iguales donde sea plenamente vigente la democracia económica, política y cultural como condición de la paz y el desarrollo humano tanto en el nivel de las necesidades básicas de alimentación, vestido, vivienda, trabajo, educación, salud, recreación y vida digna familiar y comunitaria, como en el acceso universal a la ciencia, las artes, la filosofía y la capacidad de trazar prospectivamente el futuro deseable y poder conquistarlo.
- La educación de calidad combina la atención de los procesos cognitivos, de socialización y volición del sujeto individual con la configuración y formación de los colectivos de aprendizaje como entes superiores a la suma de los individuos conformando comunidades educativas capaces de intervenir colectivamente en su entorno. La educación de calidad trasciende la escolarización; el currículo formal y los esquemas rígidos de tiempo y espacio. Hoy, la calidad educativa debe incorporar el papel protagónico de los sujetos extraescolares; su teoría y práctica en el contexto de una Pedagogía Social mexicana que sintetice creativamente lo mejor de la marcha del ser humano universal.
- Se incluye como eje crucial de la educación de calidad la democratización y acceso de todas y todos a las herramientas de las tecnologías comprendiendo que éstas impactan con cambios profundos la cultura del trabajo y de la vida toda de la sociedad y deben estar a su servicio y no estar en manos de monopolios de interés económico. Las tecnologías deben abordarse como un objeto educativo y la educación debe abordarse como un objeto tecnológico en el que el ser humano y su dignidad tiene prioridad.
- La educación de calidad debe formar mediante los contenidos y métodos de vanguardia el conocimiento y la conciencia científica de la igualdad humana que parte de la realidad evolutiva e histórica de provenir de un mismo origen y de un mismo genoma que no admite clasificaciones de razas y culturas superiores e inferiores.
- En la educación que reivindicamos se desecha la discriminación humana en función de las clases sociales en que se divide la sociedad actual y frente a lo cual, se debe formar a las nuevas generaciones en la anomalía histórico social que constituye esa división porque expresa la contradicción principal que impide el acceso de las mayorías a una vida digna y libre.
- La educación de calidad tiene como objetivo humanístico principal la generación de la conciencia crítica y el amor por la verdad en los individuos y en los colectivos, frente a las múltiples barreras que la condicionan y la niegan en este régimen de vida.
- En el sentido anterior, la educación de calidad estudia y evidencia las causas profundas de la violencia que caracteriza nuestro tiempo y espacio en las sociedades, en las familias y en las comunidades y que se generan principalmente por el tipo de régimen que prevalece en esta época.
- Es una prioridad de la educación de calidad la teoría y práctica de la perspectiva de género que mandata el esfuerzo social total para erradicar la violencia, discriminación y sometimiento de las mujeres. La educación de calidad tiene como condición sine qua non y objetivo lograr en esta misma generación, la emancipación total de las mujeres.
- En la educación de calidad, se deben estudiar y generar alternativas para enfrentar los grandes problemas nacionales del centralismo y la sobrepoblación urbana, la burocracia, la subordinación de la vida y el trabajo del campo frente a las ciudades, la conservación de los recursos naturales y especialmente el agua frente a la sobre explotación y el extractivismo.
- La educación de calidad plantea, desde la experiencia histórica de México, la necesidad y posibilidad de alcanzar la plena soberanía política, económica y cultural de nuestro país y la conquista de una vida y un trabajo dignos para la población que migra dentro y fuera de nuestras fronteras.
- La educación de calidad reconoce la legitimidad de las luchas sociales que se derivan de las condiciones de injusticia y falta de respuestas a las legítimas demandas del pueblo de México, asumiendo el derecho inalienable de éste para manifestar y ejercer su voluntad para elegir o revocar a los gobernantes y aún para cambiar el régimen social como lo establece del Artículo 39 de la Constitución Política de nuestro país.