27 Abril 2022 Paz y seguridad
En la capital rusa, António Guterres se reunió con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, con quien dijo haber mantenido una discusión franca y observó que “está claro que hay dos posiciones diferentes sobre lo que está sucediendo en Ucrania».
Rusia ha aceptado «en principio» la participación de la ONU en la evacuación de ciudadanos de la ciudad ucraniana de Mariúpol, tras la reunión que celebraron el Secretario General, António Guterres, y el presidente de ese país, Vladimir Putin, en Moscú este martes.
El titular de la ONU, que se encontraba en la capital rusa para mantener conversaciones sobre la guerra en Ucrania, también se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores del país, Serguéi Lavrov.
Durante su reunión «tête-a-tête» con el presidente Putin, Guterres reiteró la posición de la ONU sobre Ucrania, según un comunicado emitido por su portavoz, Stephane Dujarric.
También discutieron las propuestas de ayuda humanitaria y evacuación de civiles de las zonas de conflicto, concretamente en relación con la situación en la ciudad portuaria asediada de Mariúpol, donde miles de civiles y tropas ucranianas permanecen encerrados en la acería Azovstal.
«El presidente (Putin) aceptó, en principio, la participación de las Naciones Unidas y del Comité Internacional de la Cruz Roja en la evacuación de civiles de la planta de Azovstal en Mariúpol», señaló Dujarric.
Añadió que se mantendrán conversaciones posteriores entre la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU y el ministerio de Defensa ruso.
Anteriormente, el titular de la ONU había explicado a los periodistas su propuesta, según la cual las Naciones Unidas, el Comité Internacional de la Cruz Roja y las fuerzas ucranianas y rusas coordinarían su labor para permitir la evacuación segura de los civiles que deseen abandonar Mariúpol.
La visita del Secretario General se produce tras sendas cartas enviadas la semana pasada tanto a Rusia como a Ucrania para discutir con estos líderes qué pasos se pueden dar ahora mismo para silenciar las armas, ayudar a la gente y permitir que los que quieran salir tengan un paso seguro.
Guterres estará en Kyiv el jueves para mantener una reunión de trabajo con el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba. También será recibido por el presidente Volodymyr Zelenskyy.
Una “discusión franca”
Guterres dijo a los periodistas que había mantenido «una discusión muy franca» con Lavrov y añadió que “está claro que hay dos posiciones diferentes sobre lo que está sucediendo en Ucrania».
Rusia ha dicho que está llevando a cabo una «operación militar especial» en Ucrania mientras que, para la ONU, la invasión del 24 de febrero es una violación de la integridad territorial del país y va en contra de la Carta de las Naciones Unidas.
«Pero estoy firmemente convencido de que cuanto antes terminemos esta guerra, mejor, para el pueblo de Ucrania, para el pueblo de la Federación de Rusia y para los demás«, afirmó.
Subrayando su papel de «mensajero de la paz», el Secretario General recordó que la ONU ha pedido en repetidas ocasiones un alto el fuego para proteger a los civiles, así como un diálogo político para llegar a una solución, algo que hasta ahora no se ha producido.
Refiriéndose a la «violenta batalla» que se está librando en el Donbás, en el este de Ucrania, señaló que muchos civiles están siendo asesinados y cientos de miles están atrapados por el conflicto, y añadió que las repetidas denuncias de violaciones, así como los posibles crímenes de guerra, requerirán una investigación independiente para una efectiva rendición de cuentas.
El Secretario General durante un momento de la reunión con el ministro ruso de Asuntos Exteriores.
Corredores humanitarios
«Necesitamos urgentemente corredores humanitarios que sean realmente seguros y eficaces y que sean respetados por todos para evacuar a los civiles y prestar la asistencia que tanto se necesita».
El Secretario General ha propuesto la creación de un Grupo de Contacto Humanitario —integrado por Rusia, Ucrania y la ONU— «para buscar vías que permitan la apertura de corredores seguros, basados en el cese local de las hostilidades, y garanticen que sean realmente efectivos«.
Al referirse a la «crisis dentro de la crisis» en Mariúpol, donde miles de personas necesitan desesperadamente asistencia para salvar sus vidas y muchos necesitan ser evacuados, subrayó la disposición de la ONU a movilizar plenamente sus recursos humanos y logísticos con el fin de protegerlos.
Guterres ha propuesto que la ONU, el Comité Internacional de la Cruz Roja y las fuerzas ucranianas y rusas coordinen su labor para permitir la evacuación segura de los civiles que quieran salir de Mariúpol en la dirección que elijan —tanto de los que se encuentran dentro del último reducto de la planta siderúrgica de Azovstal, como los que están en la propia ciudad—. La propuesta incluye la coordinación de la entrega de ayuda humanitaria.
Ondas expansivas globales
En cuanto a las repercusiones más amplias de la guerra, el Secretario General habló de algunas de las «ondas expansivas» que se están sintiendo en todo el mundo, como la «dramática aceleración» de los costes de los alimentos y la energía, que afecta especialmente a millones de personas vulnerables en el mundo.
«Esto se suma a la conmoción que supone la continuidad de la pandemia del COVID-19 y el acceso desigual a los recursos para la recuperación, que penalizan especialmente a los países en desarrollo de todo el mundo. Por tanto, cuanto antes se establezca la paz, mejor, por el bien de Ucrania, de Rusia y del mundo», insistió.
«Es fundamental, incluso en estos difíciles momentos, mantener vivos los valores del multilateralismo«, añadió.
El Secretario General subrayó la necesidad de un mundo «multipolar», que se atenga a la Carta de la ONU y al derecho internacional, y que reconozca la plena igualdad entre los Estados, con la esperanza de que la humanidad vuelva a unirse para hacer frente a retos comunes como el cambio climático. Un mundo «en el que la única guerra que deberíamos mantener sería una guerra contra los que ponen en riesgo el planeta».