30 Diciembre 2021 Salud
El titular de la agencia sanitaria mundial lamenta que el triunfo de la política sobre la solidaridad haya impedido el logro de una meta asequible y benéfica para todos. De cara al 2022 llama a los líderes a unirse para llegar al 70% de cobertura vacunal en todos los países. También alerta de la alta transmisibilidad de Ómicron, que junto con Delta, está causando “un tsunami de casos”.
En su última conferencia de prensa semanal de 2021 sobre el estado de la pandemia de COVID-19, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que de 194 Estados miembros, 92 no alcanzaron el objetivo de vacunar contra el coronavirus al 40% de su población para este fin de año.
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesuss explicó que esto se debió, sobre todo, a la combinación del suministro limitado de inmunizaciones destinado a los países de renta baja durante la mayor parte del año y a que las vacunas les llegan cerca de la fecha de vencimiento y sin insumos clave, como las jeringas.
Una vergüenza con consecuencias graves
“Vacunar al 40% era factible. No haberlo hecho no es sólo una vergüenza moral sino que ha costado vidas y ha dado al virus la oportunidad de circular sin control y mutar”, recalcó.
Agregó que el populismo, el nacionalismo y el acaparamiento de las herramientas de salud -incluidas máscaras, terapias, diagnósticos y vacunas-, por parte de algunos países socavaron la equidad y crearon las condiciones ideales para el surgimiento de nuevas variantes.
Además, la información errónea y la desinformación han sido una distracción constante que mina la ciencia y la confianza en las herramientas de salud que salvan vidas, indicó.
Tedros reconoció que, al menos por ahora, ha mejorado el suministro de vacunas a los países con tasas bajas de inmunización, pero advirtió que el énfasis en las dosis de refuerzo en las naciones ricas podría causar que los países de ingresos bajos volvieran a quedarse cortos.
Aprender las lecciones
En este sentido, instó a los líderes de los países ricos y a los fabricantes a “aprender las lecciones de Alpha, Beta, Gamma, Delta y ahora Ómicron” y a trabajar juntos para alcanzar el 70% de cobertura de vacunación en todos los países a mediados del año entrante.
“Este es el momento de superar el nacionalismo a corto plazo y proteger a las poblaciones y economías contra futuras variantes poniendo fin a la desigualdad mundial de las vacunas. Quiero que los gobiernos, la industria y la sociedad civil trabajen con nosotros en una campaña que busca el 70% de cobertura de vacunas en todos los países a principios de julio”, dijo Tedros.
Detalló que cumplir esa meta requiere que los líderes gubernamentales y empresariales de verdad hagan lo que han prometido para la equidad de las vacunas y aseguren un suministro constante, ayudando a que las inmunizaciones lleguen realmente a las personas.
Del mismo modo, abogó por la disponibilidad de pruebas y de los nuevos tratamientos contra el COVID-19 en todos los países y para todas las personas que los necesiten.
“Poner fin a la inequidad en salud sigue siendo la clave para poner fin a la pandemia”, reiteró.
Optimismo, a pesar de todo
Pese a los reveses sufridos este año, el titular de la OMS afirmó que mantiene el optimismo y confía en que el 2022 “sea el año en que no sólo terminemos la etapa aguda de la pandemia, sino que también tracemos un camino hacia una seguridad sanitaria más sólida”.
“Sobre la base de los éxitos y fracasos, debemos compartir las vacunas de forma más rápida y equitativa con COVAX y AVAT, y debemos ayudar a los países a fabricarlas y distribuirlas a todos. Y también debe seguir el acceso a nuevos tratamientos”, insistió.
Asimismo, recordó que el virus seguirá evolucionando y amenazando los sistemas de salud si no se mejora la respuesta colectiva.
OPS/Karen GonzálezUna sanitaria pone la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 a una paciente en Colombia.
La posibilidad de nuevas variantes
El director de la OMS advirtió que a medida que la pandemia se prolongue podrían surgir nuevas variantes capaces de eludir las medidas que hasta ahora han funcionado y volverse completamente resistentes a las vacunas actuales o a los anticuerpos por infecciones pasadas, lo que requeriría adaptaciones de vacunas.
Por ello, continuó, los Grupos de Asesoramiento Técnico para la Evolución del Virus y la Composición de la Vacuna COVID-19 “continúan revisando la evidencia de las variantes y analizando el desempeño de las vacunas COVID-19 contra ellas”.
Tedros adelantó que cualquier actualización de una nueva vacuna podría dar lugar a una nueva escasez de suministros, subrayando la importancia de aumentar el suministro de fabricación local de inmunizaciones con el fin de poner fin a esta pandemia y estar preparados para futuras emergencias.
En este renglón, la OMS ha pugnado repetidamente por la transferencia de tecnología y la exención de las patentes.
“Compartir tecnología y conocimiento y renunciar a los derechos de propiedad intelectual sobre las herramientas contra el COVID-19 deberían ser una norma desde el principio de la pandemia. Pero nunca es demasiado tarde para unirnos y hacer lo correcto”, apuntó el doctor Tedros.
UNICEF/Arlette BashiziUna entrega de dosis de la vacuna contra la COVID-19 proporcionada a través del Mecanismo COVAX en Goma, en el este de la República Democrática del Congo.
Ómicron y Delta
Con respecto a la situación actual, refirió que las variantes Delta y Ómicron son “amenazas gemelas” que elevan los casos a cifras récord, provocando una vez más picos en las hospitalizaciones y muertes.
Añadió que al ser más transmisible y circular al mismo tiempo que Delta, Ómicron está provocando “un tsunami de casos” que ejerce y seguirá ejerciendo gran presión sobre los exhaustos trabajadores sanitarios y los sistemas de salud al borde del colapso, y que otra vez perturba las vidas y medios de subsistencia.
“La presión sobre los sistemas de salud no se debe nada más a los nuevos pacientes con COVID-19 que requieren hospitalización, también una gran cantidad de trabajadores de la salud se está enfermando”, puntualizó.
Tedros alertó contra “la idea ingenua” de que la infección por Ómicron es leve o menos grave porque lo cierto es que es más contagiosa y capaz de eludir la inmunización con mayor facilidad. “No debemos ignorar las malas noticias debido a las buenas, porque hay ambas. Además, hay cosas que no sabemos todavía sobre esta variante y, mientras no las sepamos, es mejor no minimizar”, dijo.
De cara a 2022
Antes de terminar su participación, el director de la Organización Mundial de la Salud refrendó el compromiso de esa agencia de trabajar con los Estados miembros para construir sistemas de salud bien financiados, fortalecer la preparación y garantizar la distribución equitativa de las herramientas de salud.
Argumentó que uno de los pilares para tal propósito será el desarrollo de un acuerdo nuevo y vinculante entre las naciones sobre prevención, preparación y respuesta ante pandemias.
“Espero que las negociaciones avancen rápidamente y que los líderes actúen con ambición. Este es el momento para que los líderes destierren las políticas del populismo y el interés propio que están descarrilando la respuesta al COVID-19 y amenazan con carcomer la respuesta a la próxima enfermedad inevitable”, enfatizó.
Para concluir, pidió a todos los líderes que no obstante las dificultades de 2021, su propósito de Año Nuevo sea respaldar la campaña para vacunar al 70% de la población de todos los países para mediados de 2022.
“Tenemos 185 días para la línea de meta, para lograr el 70% de cobertura vacunal a principios de julio de 2022. El tiempo empieza a correr ahora. Si impulsamos esta campaña juntos, todos estaremos en un lugar mucho mejor para esta época del próximo año”, sostuvo Tedros.