- Insurrección de Grupos Armados.
- Siguen Avanzando en Michoacán.
- ¡Ante el Fracaso de la Seguridad!.
Columna «Coordenadas Políticas», Por Fernando Pérez Chávez (14-XI-2021).- La crisis de seguridad en el Estado de Michoacán ha provocado el avance de los grupos de civiles armados y por esta razón la insurrección de “Pueblos Unidos” como se identifican los civiles que operan en el centro del estado, los cuales tienen y una operación similar a la que tuvieron los grupos de autodefensa.
Y lo grave del problema es que se está convirtiendo en una verdadera bomba de tiempo para los gobiernos federal y estatal, debido a su rotundo fracaso en materia de seguridad, así que de manera gradual estos grupos están ganando terreno y el gobierno simplemente advierte que no los tolerará.
Sin embargo, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla ha minimizado y ha mediatizado su presencia en varios municipios, pero la pasada semana se confirmó su arribo a San Angel Zurumucapio un municipio michoacano más y su plan es seguir avanzando, desafiando al poder del estado, el cual ha sido superado.
Los civiles armados traen el mismo discurso que en el 2013 enarbolaron los grupos de autodefensas que encabezó José Manuel Mireles en paz descanse y que era el combate del crimen organizado ante la evidente presencia de varios grupos y cárteles en varias regiones del estado, cada uno con sus propias insignias.
Por otro lado, es sumamente peligroso que se deposite el poder del control de territorio a civiles armados, los cuales ponen en evidencia la incapacidad del gobierno en el combate de la delincuencia, porque la fuerza del crimen organizado es sumamente poderosa, amén de que la gente no confía en las estructuras de seguridad, inteligencia y justicia del estado que se encuentran sobrepasadas y corrompidas.
Finalmente cabe comentar que la estrategia del gobierno federal le apuesta a la política de abrazos y no balazos para evitar los enfrentamientos que caracterizaron a los gobiernos pasados, es evidente que con Pueblos Unidos no se puede llegar a dialogar y por ello que el gobierno debe trazar una estrategia contundente, efectiva y que evite el derramamiento de sangre y que siga crecimiento la confrontación social.