Columna Política «»El Mirador», Por Manuel Lozada (21-IX-2021).- En el año 2015 los michoacanos se encontraban contentos con el arribo del flamante mandatario estatal Silvano Aureoles Conejo.
Habían terminado los corruptos mandatos de Fausto Vallejo, de Salvador Jara y del jefe de ellos dos, El Virrey Alfredo Castillo.
Silvano llegó prometiendo solución a todos los males de la entidad. Acabaría con la inseguridad, habría medicinas en los hospitales, fuentes de trabajo, prometió carreteras y dijo que no culparía a la federación de sus posibles errores.
Actualmente la inseguridad esta peor que cuando Fausto, ó, Salvador Jara. Deja una deuda pública mucho peor que todos los anteriores gobiernos. No hay dinero para pagar salarios, mucho menos para pagarle a los empresarios por sus servicios y están arrepentidos por haber confiado en él. Los funcionarios hablan pestes de Silvano pues no les ha pagado. El dinero se acabó con la campaña política de su candidato perdedor Carlos Herrera. Le dicen traidor porque va y habla mal de Michoacán en el extranjero.
A seis años de distancia la gran mayoría de la gente de Michoacán tiene otra opinión: Piden que lo metan a la cárcel. Que devuelva lo que se lleva.