27 de julio del 2021.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó su pronóstico de crecimiento económico para México a 6.3% para este año, una expectativa que incorpora un ajuste de 1.3 puntos respecto del estimado que tenía en abril.
“En abril era evidente el efecto de la recuperación del sector exportador y ahora vemos que también están creciendo la demanda doméstica, es decir el consumo y el sector servicios; (México) se esta beneficiando indirectamente de los paquetes adicionales de estímulo de Estados Unidos que se incrementaron y fortalecieron de alguna forma la demanda”, comentó desde Washington D.C., Consejera Económica y Directora de Investigación Económica del FMI, Gita Gopinath.
En la conferencia de prensa donde presentó la actualización de medio año de las expectativas económicas, precisó además que “la tasa de vacunación (en México) está creciendo y ayudará también a acelerar la reactivación”.
El ajuste en la previsión de los expertos del FMI para México se acerca al estimado oficial del gobierno que anticipa un avance del PIB de 6.5% en 2021, queda arriba de la media de expectativas recogida entre 31 economistas, grupos financieros y corredurías consultadas por Citibanamex, que está en 6%; se aleja del 5% proyectado por el mismo FMI en abril. Y se convierte en la tercera revisión al alza del organismo.
En su actualización de expectativas de medio año, expertos del Fondo Monetario también elevaron su pronóstico para el PIB mexicano estimado en 2022, y ahora esperan una tasa de crecimiento de 4.2 por ciento. Este pronóstico se encuentra 1.2 puntos arriba de la estimación que tenía el mismo organismo en abril.
Ajusta proyección de deuda
En la actualización, los expertos del FMI advirtieron que la deuda general de los gobiernos mundiales seguirá fluctuando alrededor del 100% del PIB global aún en el año 2022.
Ajustaron a la baja su proyección para el déficit fiscal y deuda de economías emergentes, donde México fue uno de los que también recibieron la corrección.
Ahora estiman que la deuda del gobierno mexicano, promediará al cierre del año el equivalente a 59.9% del PIB. El pronóstico es inferior en medio punto del que tenían en abril y supone una ligera reducción desde el 61% del Producto que estiman cerró el año pasado.
Esta medición de la deuda incluye las obligaciones de todas las instituciones públicas incluidos Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), fondos de seguridad social y deuda del gobierno en sus tres órdenes: federal, estatal y local.
De acuerdo con la economista del FMI, el ajuste en la proyección de la deuda mexicana es un reflejo del aumento del PIB para México.
El nuevo pronóstico del FMI, incluidos en el su actualización radiográfica sobre la situación de las finanzas públicas, incorpora una suave corrección al alza sobre el dato final de la deuda del gobierno del año pasado, pues en abril, los expertos del FMI reportaron que alcanzó un registro de 60.6% del PIB, y ahora dicen que es de 61 puntos del Producto.
Esto significa un aumento histórico de 7.7 puntos del Producto en 12 meses, resultado del impacto de la depreciación cambiaria en las métricas de la deuda y del desplome de la actividad económica generado por la crisis d el Covid-19.
El jalón de Estados Unidos
Las correcciones al alza para el PIB de México están vinculadas con el mejor desempeño que anticipan para Estados Unidos, que hoy ven con un avance de 7% para este año y 4.9% para el próximo. Ambas previsiones superan en 0.6 puntos y 1.4 puntos los pronósticos del FMI de abril.
Y como la economía mexicana es la segunda más grande de América Latina, el ajuste al alza en su pronóstico fue uno de los motores de la revisión también positiva para el pronóstico económico de la región.
De acuerdo con lo descrito en el documento actualizado, las economías latinoamericanas y del Caribe conseguirán este año un crecimiento de 5.3% que supera en 1.6 puntos el pronóstico de abril.
Cabe resaltar que para este mejor desempeño regional esperado, también contribuyó la expectativa positiva del gigante Brasil, que conseguirá un avance de 5.3% según la nueva previsión. Una tasa con la que supera en 1.6 puntos la estimación que tenía el FMI para la economía más grande de América Latina en abril.
En el documento, donde incorporan también revisiones a sus proyecciones de deuda y balance fiscal, destacaron que México, junto con Brasil, Hungría, Rusia y Turquía “han comenzado a normalizar su política monetaria para contrarrestar las presiones alcistas de los precios”.
Virus circulante limita expectativa
La economista del Fondo Monetario advirtió que mientras el virus circule por todo el mundo, ningún país tendrá la recuperación económica asegurada.
La recuperación económica mundial continúa pero con una brecha cada vez mayor entre las economías avanzadas y los mercados emergentes y en desarrollo”, un desempeño que evidencia el avance de la vacunación y de la variante Delta.
Para ilustrar el impacto del virus en la economía, Gopinath tomó los casos de Japón e India para ilustrar que sufrieron recortes en sus expectativas respecto de los estimados de abril, resultado del aumento de los contagios.
De acuerdo con la información divulgada por el FMI, Japón registrará un avance de 2.8% este año, que está medio punto abajo del previsto en abril cuando anticipaban un despegue de 3.3% en 2021.
Mientras para India, anticipan un avance de 9.5% que está tres puntos debajo de la proyección que tenía hace tres meses, que era 12.5 por ciento.
Al actualizar sus expectativas de crecimiento económico mundial, en el ejercicio de medio año, mantuvo sin cambio su pronóstico para el PIB global en 6% para este año y en 4.9% para el 2022, pero ajustó al alza las perspectivas para emergentes, como México.
Alerta bancos centrales
La funcionaria enfatizó que las economías enfrente un reto importante en la inflación que si bien ha sido impulsada por la demanda acumulada, también responde a los cuellos de botella que se formaron en las cadenas de suministro.
Advirtió que no es el mismo reto que enfrentan los bancos centrales de economías avanzadas que los emergentes.
Para las economías emergentes, el desafío es de mayor alcance pues incluye aumento en los precios de alimentos y depreciaciones de las divisas, lo que mantendrá precios altos incluso en el año 2022.
El riesgo es que las presiones transitorias se vuelvan más persistentes y los bancos centrales tendrán que tomar medidas preventivas”, refirió la funcionaria.
En tanto en las economías avanzadas, las expectativas de inflación están bien ancladas y el repunte responde a la reapertura de sectores afectados por la pandemia. “Se espera que la inflación disminuya a niveles pre pandemia el año entrante”, refirió Gopinath.
Los bancos centrales tendrán que ser muy cuidadosos, advirtió la funcionaria.
Con información de El economista