Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (23-VII-2021).- Ahora en Chiapas, cuando uno escucha la palabra “chafirete”, inmediatamente viene a la mente la expresión que el médico José Manuel Cruz Castellanos, soltó el año pasado cuando la pandemia estaba en su mayor apogeo.
Y tenía razón el Secretario de Salud, el que es “pepenado” por el COVID19 queda con varias secuelas; hoy sabemos que en su mayoría son afectaciones neurológicas.
Pero en esta ocasión no nos referimos a esos “chafiretes”, a los que deja el coronavirus que, bajita la mano, se ha llevado a más de 237 mil mexicanos, según cifras oficiales.
Nos referimos a los choferes del transporte público y a toda la problemática que enfrenta este sector, muy importante para actividad social y económica de la entidad. Nomás imagínese un día sin “chafiretes”…
ACOSO SEXUAL
El año pasado, “Ligalab Ideas que Unen A.C.” realizó un estudio sobre acoso sexual en el sector transporte de Tuxtla Gutiérrez, particularmente en tres rutas que prestan sus servicios en Las Granjas, Terán y Real del Bosque.
La situación es para preocuparse, si partimos de que únicamente se estudió a tres de las 14 colonias consideradas más peligrosas para el sector femenino en la capital del estado, una ciudad con 521 colonias con más de 578 mil habitantes, donde el 52.5 por ciento son mujeres.
El estudio se basó en una serie de encuestas y entrevistas al azar, aplicadas a 284 mujeres de 15 años en adelante, a quienes se les hizo una serie de preguntas de actos que se consideran violentos, las cuales se incluyen en el acoso sexual, un delito que, según el Código Penal, comete quien asedia a una persona de cualquier sexo, aprovechándose de cualquier circunstancia que produzca desventaja…
NÚMEROS DE MIEDO
Las respuestas revelan la sensación de inseguridad que viven las damas cuando se suben a un transporte público, principalmente urbans y especialmente las que tienen más de 45 años.
Más de la mitad de las mujeres encuestadas, es decir, un 65 por ciento reportó sentirse insegura en el transporte público.
Al menos un 72 por ciento de las entrevistadas al azar revelan tener miedo de una agresión sexual, mientras viajan a bordo de los colectivos, muchos de ellos, en estado deplorable.
El 77.61 por ciento de las damas de entre 15 y 29 años, además del 67.29 por ciento de entre 30 y 44 años, solo por citar dos ejemplos, temen un ataque sexual al viajar en el colectivo.
En el último año, 2.99 por ciento de las mujeres de 15 a 29 años de edad han vivido algún acto de violencia sexual en el transporte; 7.48 por ciento de quienes tienen de 30 a 44 años y 1.92 por ciento, de 45 a 59 años.
VIOLENCIA PERMANENTE
Aunque las cifras resultan frías, no está de más conocer algunas que corresponden al último año.
Cuando a las encuestadas le preguntaron si la miraron morbosamente al usar el transporte público en el último año, 6.67 por ciento respondió que sí.
A la pregunta de si le dijeron piropos ofensivos u obscenos de carácter sexual, 5 por ciento dijo que sí.
Si se les recargaron con el cuerpo, con intenciones de carácter sexual, 4.67 por ciento también respondió afirmativamente.
El problema es peor, cuando se hace un viaje en el tiempo, pues por citar solamente un ejemplo: 25 por ciento de las encuestadas, insistimos, únicamente en tres rutas del transporte, indican que alguna vez en su vida fueron perseguidas con intención de atacarlas sexualmente.
Una situación que debe prender los focos de alarma, sobre todo porque estudios como el que ahora referimos deben servir para tomar decisiones, consiste en que las mujeres que respondieron al sondeo indican que la mayoría de los que incurrieron en acoso a bordo del transporte son hombres desconocidos, pero también se refieren a policías y los mismos operadores, quienes casi siempre carecen de algún tipo de capacitación.
No sabemos, y no es por echar grilla, si muchos de los operadores del transporte hacen su trabajo bajo los influjos de alguna droga, como el alcohol o tienen algún tipo de antecedentes penales…
ADEREZOS
—El domingo pasado hubo un accidente de la Ruta 73 a la salida de la colonia Chapultepec, al Poniente de Tuxtla Gutiérrez. Mientras los dueños de la unidad involucrada, que se quedó sin frenos, se quisieron lavar las manos, familiares de uno de los choferes heridos pidieron la aplicación de la justicia.
No sabemos quién tiene la razón, porque no nos toca hacer esa labor, pero se requiere que el hecho quede plenamente esclarecido porque no es la primera vez ni será la última…
—Quien debe echarle “jule a su canilla” es el secretario de Transporte, Aquiles Espinosa García, quien parece no haber logrado poner el orden suficiente en este sector que, como dijimos al principio, es muy importante para la economía pero requiere disciplina y cero corrupción…
—Con subirse a un taxi regular basta para enterarse de la situación que se vive. Los taxistas reportan que hay unas 4 mil 500 unidades, entre piratas y toleradas, circulando en la capital del estado, lo cual quiere decir que alguien o algunos están haciendo un jugoso negocio…
—Y ya que andamos pisándole al acelerador, otro problema del transporte está en los mototaxis, sobre todo aquellos que operan en cabeceras municipales y zonas rurales. Ya cualquiera, con la mano en la cintura, se compra su unidad y se pone a trabajar de transportista, sin ningún tipo de regulación. Qué alguien nos explique…