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- Los Michoacanos Quieren Paz.
- Fallida Estrategia de Seguridad.
- Crecen Grupos de Autodefensas.
Columna «Coordenadas Políticas», Por Fernando Pérez Chávez (05-VII-2021).- En Michoacán es una vergüenza lo que está ocurriendo en el municipio de Aguililla, ante el fracaso del gobierno federal y estatal para garantizar la seguridad en esa población de la costa michoacana, que ha sido azotada por los carteles que se disputan el control de ese territorio.
Sin embargo el fenómeno de la inseguridad está creciendo porque está ganando terreno en varias regiones del estado y aunque no es un asunto nuevo, es lamentablemente este creciendo de manera gradual y consistente, en la región de Tacámbaro, Ario de Rosales, Salvador Escalante y Tacámbaro.
En estos municipios el hostigados por la delincuencia organizada no cesa y los habitantes han tenido que armarse para hacerle frente a la delincuencia ante crisis de violencia en Michoacán y aunque el presidente ha respondido que la creación de grupos armados de productores de aguacate en el estado, no deben existir poco les importa ante el fenómeno de la inseguridad.
Y es que en esta región del llamado oro verde, alrededor de 3.000 trabajadores han decidido unirse y tomar las armas para defenderse de las extorsiones y crímenes de los carteles y aunque el presidente no sea partidario de que la gente se arme y forme grupos para enfrentar a la delincuencia, porque no da resultados y a veces en estos grupos se infiltran maleantes, ante la fallida estrategia de seguridad de abrazos y no balazos tienen que protegerse de alguna manera.
Por otro lado, a pesar de que el presidente López Obrador asegure que la está mejor la seguridad la realidad es otra y en los últimos días, la crecida de violencia del narco ha dejado más de 20 civiles ejecutados en Reynosa, dos policías colgados en un puente en Zacatecas y el llamamiento del gobernador de Nuevo León a no viajar a Tamaulipas por la oleada de desapariciones en una carretera y en Michoacán en Aguililla ya no saben qué hacer porque los dejan sin luz e incomunicados y en Uruapan y Zamora los suscesos violentos están a la orden del día.
Finalmente pese a total descaro e impunidad con que se desplazaban y ordenaban lo que quiere la delincuencia, los pobladores siguen conformando grupos “autodefensa”, aunque no tengan legitimidad y pese a los riesgos que implica, porque el estado no cumplido con su responsabilidad de garantizar la seguridad a la población y el presidente insiste en su mensaje de tranquilidad.
