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Columna Política «Ensalada de Grillos», Por Ciro Castillo (01-VII-2021).- El que sigue dando patadas de ahogado es el ex abanderado de la coalición PRI, PAN y PRD, Willy Ochoa Gallegos, quien además de mal candidato ha resultado ser un mal perdedor.
Como dice AMLO, “imagínense” que ahora cree que puede conseguir que Carlos Morales Vázquez, postulado por Morena, sea declarado inelegible, basado en una jurisprudencia de 2009, aunque no existan las condiciones para ello.
Las tres jurisprudencias a las que quiere recurrir el priísta, quien no asimila el fracaso electoral que tuvo, a pesar de las carretadas de dinero que tiró a la basura, son de Tlaxcala, Guerrero y Morelos; sin embargo, no son aplicables para el caso del ex diputado federal por el PRD, quien prefirió pedir licencia para evitar malas interpretaciones.
Hay constancia de que Carlos Morales se reincorporó a su cargo una vez que fue emitida la constancia de mayoría y validez, es decir el 11 de junio, y él volvió a sus labores el 14 del mismo mes.
En general, y para acabar pronto, no existe en la ley prohibición alguna para que éste se pudiera reincorporar a su cargo. Más bien, parece que la herida en quien intentó comprar el voto regalando tortillas y bolsas para el mandado no cierra. Son patadas de ahogado…
EL PRI, UNA CARICATURA
El martes se armó un borlote en la sede nacional del PRI, en Ciudad de México.
Un grupo de supuestos militantes, unos 200, arribaron desde muy temprano a tomar las oficinas principales del otrora imbatible partido político mexicano.
Los inconformes, quienes aseguran que no se irán hasta que tumben a la dirigencia nacional en turno, liderada por Alejandro Moreno Cárdenas, son encabezados por Ulises Ruiz Esparza y Nallely Gutiérrez Guijón.
El primero, el impresentable ex gobernador de Oaxaca y la segunda, dicen, una infiltrada de Morena en el tricolor, aseguran que ya es tiempo de renovar a la dirigencia, principalmente después de la debacle en los comicios del 6 de junio.
El martes, tras un zafarrancho en el que salieron a relucir palos y piedras, además de uno que otro disparo de arma de fuego al aire, Alejandro Moreno “Alito”, salió a decir que fueron los enviados de Ulises y Nallely quienes agredieron a los legítimos priístas.
En varios videos subidos a las redes sociales del PRI se puede escuchar a supuestos priistas, entre ellos una señora que, con lenguaje florido, exige que Ulises y Nallely se vayan por donde llegaron.
El exgobernador de Oaxaca y compañía, aseguran que el montaje fue de la dirigencia del PRI, la cual ha repartido el pastel a su antojo.
Lejos de quién tenga la razón, es evidente que el PRI se sigue cayendo a pedazos.
Ya, el gran partido oficial, no es ni la sombra de lo que fue y los que están se andan peleando la carroña.
Ni a quién creerle. Así como puede ser cierta la teoría de que “Alito” es “AMLito” y está trabajando para entregar al partido, también puede ser cierta la hipótesis de que los “inconformes” son morenistas disfrazados de priístas que intentan reventar la coalición “Va por México”. Patadas de ahogado…
