19 de mayo del 2021.- La policía marroquí ha cerrado este miércoles el paso fronterizo de Tarajal e interrumpe así el éxodo migratorio que en los últimos dos días permitió la entrada de unas 8,000 personas indocumentadas en la ciudad española de Ceuta.
Los centenares de migrantes que este martes permanecieron concentrados frente al Tarajal, a la espera de cualquier oportunidad para cruzar la frontera, están este miércoles por la mañana emprendiendo el camino inverso, hacia el sur,tras haberse convencido de que los accesos están cerrados.
Las Fuerzas de Seguridad desplegadas en el entorno de la frontera del Tarajal, su espigón marítimo anexo y el resto del perímetro de Ceuta han evitado durante la madrugada y las primeras horas de la mañana de este miércoles nuevos intentos de acceso irregular en la ciudad autónoma, pero han sido cada vez menos tumultuosos.
La zona ha amanecido con solo unas decenas de inmigrantes que intentaban llegar a nado, una situación que difería de la registrada desde hace dos días, cuando comenzaron a llegar personas desde el país vecino. En torno a 8.000 lograron pasar la frontera, de los que 5,600 han sido devueltos a su país, según el Ministerio del Interior.
De ellos, alrededor de 1.500 menores cruzaron la frontera, de los que 900 habrían llegado no acompañados, han sido acogidos provisionalmente en Ceuta y les están realizando pruebas PCR. La Delegación de Gobierno ceutí ha confirmado que trasladará en la tarde de este miércoles a 300 menores al albergue de Piniers.
Durante las primeras horas de este miércoles, las fuerzas antidisturbios marroquíes han estado impidiendo el acceso al espigón, pese a los intentos ocasionales de grupos de personas de avanzar. Según testimonios recogidos por Efe de algunos migrantes que pasaron la noche en el lugar, las autoridades marroquíes no les han permitido tampoco subir a la colina para intentar entrar por la parte más cercana al barrio de El Príncipe.
A mediodía, la tensión ha aumentado en la zona fronteriza después de que cientos de jóvenes estén intentando acceder a Ceuta. De fondo se escuchan los botes de humo de la policía española para disuadirlos, según cuenta la corresponsal de RTVE en Marruecos, Ana Jiménez.
Las Fuerzas de Seguridad han seguido evitando intentos de entrada
Durante la noche y la madrugada del martes al miércoles, algunas personas se hicieron con embarcaciones de madera para intentar llegar a aguas españolas que, sin embargo, naufragaron antes de conseguirlo, por lo que ni siquiera fue necesaria la actuación efectiva del Servicio Marítimo o los GEAS de la Benemérita.
La situación es de relativa calma este miércoles en el espigón marítimo fronterizo norte, el de Benzú, en el que comenzó la crisis migratoria desatada durante la noche del lunes y donde a última hora de la tarde de este martes solo continuaban «treinta o cuarenta» personas con aparente intención de superarlo, según Efe.
Las Fuerzas de Seguridad españolas tampoco detectaron el acercamiento al perímetro ceutí de los cientos de inmigrantes subsaharianos que testigos presenciales han visto en dirección al entorno de la ciudad española, aunque la Gendarmería marroquí ha redoblado los controles de acceso a Fnideq y Beliones, los dos municipios ubicados junto a los espigones fronterizos, para evitar la llegada de más personas no residentes.
Han disminuido las llegadas a la frontera
El volumen de jóvenes varones que sigue vagando por las calles de la ciudad española también se ha reducido notablemente este miércoles por la mañana con respecto a la de la jornada anterior, aunque decenas han vuelto a pasar la noche al raso entre cartones.
El Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) no ha cerrado ningún centro educativo ni este martes, cuando la afluencia a las clases se redujo en «más de 50%», ni este miércoles.
La Delegación del Gobierno ha adelantado que el dispositivo de vigilancia de la frontera de la Guardia Civil y la Policía Nacional, reforzado ya con 250 efectivos extra, y el despliegue de unidades militares de La Legión y Regulares se mantendrá «sine die».
En la playa, junto a los agentes permanecen desplegados las unidades militares pero sin los vehículos apostados los dos últimos días, que también colaboran para llevar a los jóvenes de regreso a Marruecos.
La portavoz de Cruz Roja en Ceuta, Isabel Brasero, ha explicado en La Hora de La 1 de TVE que anoche atendieron a más de 20 personas, quienes, en general llegaron en buen estado de salud. Solo algunos presentaban síntomas de hipotermia, cortes o esguinces.
Una vez que entran en calor en la arena o son atendidos por la Cruz Roja son conducidos a la cercana frontera marroquí. Allí, rodeados de militares, guardias civiles y medios de comunicación, emprenden el camino de vuelta andando.