Artículo de Fondo, Por Antonio TENORIO ADAME (28-XII-2020).- La LXIV Legislatura aspira a su reencarnación a través de 445 de sus 500 integrantes quienes aspiran a ser reelectos hasta formar, al parecer, el 90% de sus participantes.
El primer reto de los legisladores que buscan permanecer en el poder, es demostrar que fueron eficientes y cumplieron con el interés de la nación, además, sirvieron a sus electores.
El segundo grado de evaluación para su reelección, es con respecto a cuál fue el comportamiento a la demanda sustentada originalmente de promulgar una nueva constitución, la que sufrió una accidentada compresión a partir de que se consideró de orden moral. En cambio, en el primer año aprobaron 5, y en el segundo fueron 10 reformas al texto constitucional vigente.
El tercer y último requisito para calificarlos sería, ¿Cuál es el proyecto de reformas que requiere la nación para su mejor convivencia? ¿Cuántos diputados fueron consecuentes con la propuesta de una constitución moral?, ¿Cuántos más son capaces de proponer reformas a favor de la reconstrucción y mejoras del nivel de vida?
LOS LÍMITES DE FORMACION LEGISLATIVA
El factor límite de este procedimiento orgánico que aspira a retener la experiencia adquirida para elevar la eficiencia legislativa se establece por la tradición operada en otros parlamentos, pero en esta hora crucial es puesta a prueba la 4T en el orden ético, o sea el comportamiento personal reflejado del pronunciamiento de ser moralmente ejemplares, incluso capaces de renunciar a privilegios a favor de la austeridad.
En el primero de los casos está comprobado por la media imperante en otros Congresos que solo se requiere un 20% de representantes con formación profesional para que logren su reelección donde una asamblea nacional alcance su plena capacidad.
El segundo de los límites concierne a los integrantes de la bancada de Morena, quienes al promover la “Guía ética” se supone son los primeros en asumir su prédica, como corresponde a quienes aspiran a modificar el régimen político para llegar a «ser otro ser político superado», tal como lo señala su divisa de propagación: «el comportamiento apegado a normas éticas es indispensable para vivir en armonía», en tanto los estoicos lo concebían en “vivir conforme a naturaleza”.
De tal suerte que, al calibrarse con estos parámetros, se tiene que hay una demanda excesiva de diputados que buscan su reelección. Sin olvidar a los diputados plurinominales que no fueron elegidos directamente sino por los partidos, por lo que surge la pregunta de ¿su compatibilidad al presentarse a los electores de un distrito, de donde se deriva otro cuestionamiento ¿los presuntos candidatos se presentarán al distrito donde fueron electos la primera vez?, en fin ¿Cuáles son las condiciones de la reelección del candidato y el espacio de representación?
La lógica de su respuesta corresponde a uno de los argumentos que le dieron origen a la reforma constitucional: «el voto de castigo», para forzar el compromiso de cumplimiento de ofertas de campaña con la labor realizada por el diputado
EL VOTO ETICO Y LA REELECCION
El Movimiento de Renovación ha sido propulsor de la declaración de “vida en armonía” como demanda política.
Esta es resultado de una primera propuesta de formular una Constitución ética, como originalmente pensó el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para después, convencido de que las razones de estado responden a otras circunstancias, se encontró la vinculación con la “Cartilla Ética”, un escrito epistolar de Alfonso Reyes con sentido cívico para exaltar el patriotismo de la Campaña de Alfabetización de 1946, hasta culminar con la presente Guía Ética, cuyo fondo subyace a recomponer el estado de descomposición social del neoliberalismo.
La propaganda de obstáculos a la 4T se ha visto fortalecida por cuestionamientos de la academia, entre otros (L.X. López Farjeat, Laberinto 5/12/20), el “tono paternalista” en suponer a un pueblo ignorante, o la “ensalada de valores”, una mezcolanza entre cristianismo laico, comunitarismo, ética de la diferencia y ecologismo, siendo la observación más severa la idea de “otorgar el perdón” como vía de alcanzar “la liberación de la culpa de quien te ofendió”, no obstante existen casos del daño irreversible que no corresponde solo a la víctima “condonar las acciones del agresor”, el daño es social y a veces de orden humanitario.
Si el estado planteado por la 4T es el de austeridad y honradez, en una sociedad impulsada por la ganancia y la explotación, cuyas contradicciones principales se revelan en la creciente acumulación de la riqueza con el desproporcionado aumento de la pobreza, tiene una tarea suprema que impulsar por delante.
Esa misión de orden supremo consiste en equilibrar en la sociedad la distribución de la riqueza y del ingreso, sin acudir a sistemas arbitrarios sin límite. Como sería la de diseñar y poner en práctica una reforma impositiva basada en gravámenes directos progresivos.
La Guía ética debe adumirse como una divisa del deber para los hombres del poder, y solo un posible orden de vida para el ciudadano que aporta a la sociedad para la convivencia humana.
La precampaña de los diputados de la LXV Legislatura comenzó ya, pese a que aun los anteriores legisladores no mostraron un conocimiento profesional y pretenden sin ningún rubor que su partido los proponga para seguir menguando la nómina.
El voto de castigo fue combustible de la reelección para disponer de legisladores ilustrados. ¿Los electores lo ejercitarán?; u ¿otorgarán el perdón de la «Guía ética»?
El deslinde es entre: «voto de castigo» o «voto ético».