15 de noviembre del 2020.- Las cifras comunicadas este sábado por las autoridades francesas muestran lo que parecen ser los primeros signos de un cambio de tendencia y una reducción de los hospitalizados por covid en el país, lo que se puede interpretar como un efecto del confinamiento en vigor desde el 30 de octubre.
La agencia de salud pública notificó 359 muertes por la pandemia en los hospitales en las últimas 24 horas, que son menos que los 467 de la víspera.
Esa estadística, en cualquier caso, no integra los fallecimientos en las residencias que solo se actualizan dos veces a la semana, los martes y los viernes. Desde el comienzo de los registros a comienzos de marzo, se han contabilizado 44,246 muertos en Francia.
El número de hospitalizados bajó ligeramente a 32,468, frente a los 32,707 del viernes. No obstante, sigue por encima del pico de 32,292 que se había alcanzado en abril durante la primera ola epidémica.
Una inflexión similar se percibe con los internados en las ucis. Este sábado eran 4,855 los enfermos de covid, algo menos que los 4,903 del viernes. En este caso, son muchos menos que los 7,148 que llegaron a ocupar las unidades de cuidados intensivos en el máximo alcanzado el 8 de abril.
El confinamiento domiciliario en Francia va a prolongarse al menos hasta el 1 de diciembre. El primer ministro, Jean Castex, advirtió el jueves de que aunque a partir de entonces puedan reabrir comercios considerados no esenciales, seguirán cerrados los bares, los restaurantes o los gimnasios.
Pese a las protestas cada vez mayores de los sectores afectados por los cierres administrativos, Castex señaló, en una entrevista publicada este sábado por Le Monde, que va a mantener como prioridad la seguridad sanitaria por delante de la economía y que habrá que habituarse a convivir con el virus durante meses.
A ese respecto, avanzó que «las reuniones festivas, familiares y en locales no podrán reanudarse antes de mucho tiempo». La vuelta a una forma de normalidad solo será posible con vacunas.
Con información de expreso