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Con una fuerza sin precedentes, Huracán Iota impacta Nicaragua y deja un rastro de destrucción

17 de noviembre del 2020.- En Nicaragua ‘llueve sobre mojado’. En la noche del 16 de noviembre, Iota, el más poderoso huracán de la temporada, tocó tierra en Puerto Cabezas, caribe norte del país, donde trágicamente hace 14 días otro huracán, Eta, impactó la misma ruta dejando destrozos en unas 8.000 viviendas, ríos crecidos y cientos de personas desplazadas, que aún no habían retornado a sus casas y ahora sufren el embate de una nueva tormenta y sus vientos de 260 km. por hora. 

“Dios mío, mis comunidades no resistirán esto», publicó en su último estado de Facebook la alcaldesa de Prinzapolka, Prodelina Bobb. Los detalles sobre el impacto real en la zona aún no se conocen de forma oficial debido a la interrupción en las telecomunicaciones y energía eléctrica. Hasta medianoche, los periodistas locales reportaban la evacuación de decenas de personas que habían sido reubicadas en albergues debido a que algunos sufrieron daños estructurales y relataban el evento como una “noche de terror”. 

El Gobierno afirma que refugió a unos 48.000 damnificados en 569 albergues con el apoyo de unos 33.000 brigadistas conformados por Ejército, Policía, personal de salud y miembros de otras instituciones del Estado, quienes apoyaron en la movilización de personas que “no van a sufrir de manera directa el impacto del huracán”, dijo Guillermo González, ministro director del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred). 

Iota, que bajó de intensidad a medida que se adentra en el norte de Nicaragua, se degradó de categoría, primero a dos, luego a uno y ahora, según el último reporte del Centro Nacional de Huracanes, ya es una tormenta tropical, aunque advierten que el peligro de inundaciones y deslizamientos de tierra aún persiste. 

El fenómeno natural se encuentra entre los municipios de Murra y Wiwilí, al norte del país, zonas rurales con deficiente acceso a servicios básicos y dedicados principalmente a la producción ganadera y agrícola. Allí, con poblaciones que habitan entre montañas, ríos y quebradas, el huracán afectó los caminos e hizo crecer los ríos. El fenómeno avanza a 19 km. por hora rumbo al oeste y se espera ingrese a Honduras esta misma noche del martes 17 de noviembre. 

114.200 viviendas se encuentran sin energía eléctrica en la zona más afectada por el paso del huracán. Municipios al interior como Siuna, Bilwi, Rosita, Bonanza, Bocana de Paiwas, La Cruz de Rio Grande, Mulukukú, entre otras, son las más afectadas por la suspensión eléctrica. Según la Empresa Nacional de Transmisión Eléctrica (Enatrel), la mayor parte de la interrupción eléctrica es de forma preventiva y aseguran han desplegado cuadrillas en todo el país para atender la emergencia. Así mismo, la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), reportó que 47.683 familias se encuentran sin servicio de agua potable tras el paso del Iota. 

Pese a que Iota atraviesa el norte, sus efectos se sienten en el sur

Los efectos del huracán han comenzado a sentirse en la franja pacífica del país. Desde la mañana del martes, las autoridades monitorean pequeñas inundaciones en Managua, la capital del país; pero un poco más al sur, en Rivas y Carazo, el acumulado de lluvias ha incomunicado e inundado ciudades completas. Esta mañana se comenzaron a difundir las primeras imágenes de familias evacuando en Rivas, frontera con Costa Rica, debido a que tenían el agua a la cintura por la crecida de varios ríos que desembocan en las playas del pacífico de Nicaragua. 

Otras ciudades como Diriamba y Santa Teresa en Carazo reportan fuertes inundaciones y afectaciones por la caída de árboles y postes de tendido eléctrico, así como el cierre de vías por la crecida de ríos. Allí, la corresponsal del diario ‘La Prensa’, Elba Ileana Molina, ha confirmado el fallecimiento de dos menores de edad que fueron arrastrados por la corriente de un río y otras tres personas desaparecidas, aunque estas víctimas no han sido reconocidas por el Gobierno.

«No hay registro de pérdida de vidas en la zona de impacto del huracán», dijo Rosario Murillo, vocera del Gobierno y vicepresidenta, quien se muestra optimista por el manejo de la emergencia nacional y afirma que “ante circunstancias como estas nos crecemos”.

Nicaragua no había sido golpeada por dos huracanes de forma continua desde 1971, cuando los huracanes mayores Edith e Irene afectaron al país centroamericano, según registros oficiales. Iota es considerado el huracán con más potencia que ha llegado a Nicaragua desde que se tenga registro.

Con información de France 24

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