05 de octubre del 2020.- Los bares de París cerrarán a partir de este martes, cuando también se recortará a la mitad la asistencia a las universidades y se aplicarán restricciones en los restaurantes, según han anunciado este lunes las autoridades.
La capital francesa y tres departamentos de sus alrededores han sido declarados en estado de alerta máxima por la expansión del COVID-19 debido al elevado nivel de incidencia de la pandemia y la presión hospitalaria.
«La epidemia avanza demasiado rápido, tenemos que frenarla ahora antes de que el sistema sanitario quede desbordado», ha afirmado el prefecto de Policía de París, Didier Lallement, en la rueda de prensa en la que se han anunciado las nuevas medidas, que tendrán una vigencia de dos semanas.
Este nivel de alerta máxima llega porque la tasa de incidencia del coronavirus en la región de París es de 260 nuevos contagios por 100.000 habitantes desde el 28 de septiembre, y además un 36% de las camas de cuidados intensivos de los hospitales de la zona están ocupadas por pacientes de COVID-19. Además, en la región hay 203 focos de contagio de la enfermedad.
Los restaurantes podrán seguir abiertos bajo protocolo
Las medidas anunciadas incluyen el cierre completo de los bares, mientras que los restaurantes podrán continuar abiertos bajo el «estricto cumplimiento» de un nuevo protocolo sanitario que se va a detallar durante esta jornada.
Las universidades restringirán la asistencia física a sus clases en un 50%, aunque las autoridades reconocen que el contagio entre estudiantes no se produce dentro de las aulas, sino en contactos sociales.
También cerrarán gimnasios y piscinas (salvo para actividades escolares), se prohíben todas las actividades en carpas, y las bodas se limitarán estrictamente al enlace, sin convite posterior.
Los comercios limitarán la asistencia a un cliente por cada cuatro metros cuadrados de superficie, a fin de garantizar la continuación de la actividad económica.
El Gobierno urge a empresas y trabajadores a recurrir al teletrabajo
Todas estas medidas dan a las autoridades «nuevas armas» para continuar la lucha contra el coronavirus, según Lallement, quien ha recordado que desde hace un mes también es obligatorio el uso de la mascarilla.
«Estamos en una nueva etapa. Tenemos que estar a la altura del desafío», ha recalcado.
Por otra parte, el Gobierno también urge a empresas y trabajadores a recurrir al teletrabajo en las zonas de Francia más afectadas «siempre que sea posible», según ha dicho la ministra de Trabajo, Elisabeth Borne, en un comunicado.
Mientras tanto, Asociación de Hospitales Públicos de París busca un centenar de refuerzos para sus establecimientos y ha lanzado una llamada en su web a estudiantes, liberales, desempleados o recién jubilados para que se incorporen en puestos de enfermería, auxiliar de enfermería y otros perfiles médicos. Pero el colegio médico teme que esto no sea suficiente pues la dificultad del sector es precisamente la falta de personal.
En la emisora «RTL», Hidalgo aseguró este domingo que la situación «es muy grave» y pidió a los poderes públicos métodos para los próximos 12 o 18 meses, para ser eficaces y evitar tomar y abandonar continuamente nuevas medidas a corto plazo.
En Francia, las ciudades entran en alerta máxima cuando superan los tres baremos dictados por el Gobierno: cuando la tasa de incidencia supera los 250 positivos por cada 100.000 habitantes entre la población en general o los 100 casos entre las personas mayores, así como cuando el 30 % de las camas de las unidades de cuidados intensivos (UCI) están ocupadas por pacientes de COVID-19.
Con información de RTVE de España