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«La Columna», por José Cruz Delgado (23-IX-2020).- La lucha por el control entre grupos de la delincuencia organizada ha propiciado el desplazamiento de familias enteras a otros lugares, concretamente del poblado de Bonifacio Moreno, mejor conocido como “El Aguaje”, municipio de Aguililla, enclavado en la Tierra Caliente.
El Aguaje se encuentra localizado en el norte del municipio de Aguililla, muy cerca a sus límites con los municipios de Tepalcatepec, Buenavista y Apatzingán, en la Tierra Caliente.
Esta población se ha convertido en un pueblo fantasma, las familias huyen por la violencia en busca de refugio y muchas se refugian en Apatzingán, solo algunos sin otro lugar al que ir, se han visto obligados a quedarse en la localidad.
En las últimas semanas se han intensificado los tiroteos entre presuntos integrantes rivales del crimen organizado, hallándose la población en medio de la violencia de la que el gobierno.
El desplazamiento forzado de mujeres, niños y personas de la tercera edad de la comunidad de El Aguaje, en el municipio michoacano de Aguililla permanece fuera del radar de las instituciones, sin que exista un reporte oficial del número de casos. Estimaciones no gubernamentales hablan de medio millar de personas desplazadas, una centena de ellas se refugian en la cabecera municipal de Apatzingán, donde reciben ayuda del padre Gregorio, quien los alimenta y les da un techo para dormir, ya que cuenta con un par de albergues para personas en situación de calle que viene operando en Apatzingán –uno de hombres y otro de mujeres- ha dado asilo a desplazados de El Aguaje.
El Padre Goyo calcula un éxodo de al menos medio millar de personas de El Aguaje, quienes llegan a Apatzingán, Buenavista y Tepalcatepec, aunque varios han optado por salir de Michoacán.
Sobre el desplazamiento de mujeres y niños de El Aguaje, la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres del gobierno estatal, no cuenta con reporte alguno confirma su titular Nuria Gabriela Hernández Abarca quien, informa que hasta el momento no han tenido notificación alguna de la Instancia Municipal de la Mujer.
Se dice que, para salir de su localidad, los habitantes aprovechan los rondines de la Guardia Nacional, “se van detrás de ellos para protegerse”.
El Padre Goyo refiere cómo Apatzingán se ha convertido en un “basurero humano”, debido a la cantidad de personas en situación de calle que registra, “los albergues son para los indigentes, pero ahora con esta situación de El Aguaje, la gente viene y me busca para apoyarlos, ahí se les da desayuno, comida y cena y se les ayuda para que se desplacen a algún lugar en el que tengan familiares.
De acuerdo con algunos testimonios, a plena luz del día, se graban circulando hombres armados sobre vehículos blindados de manera artesanal y les llaman “monstruos”, de eso dan cuenta las redes sociales.
Aunque son incontables las ocasiones durante casi un año, en que se ha denunciado el desplazamiento de familias por la lucha territorial entre grupos criminales rivales, la Guardia Nacional, poco o nada ha hecho al respecto.
El gobierno de Michoacán ha reforzado la seguridad, pero al parecer no es suficiente, pues los agentes federales van, miran y se retiran.
Las familias desplazadas por la violencia que se vive en la comunidad Bonifacio Moreno «El Aguaje», han llegado a Apatzingán a pedir refugio; muchas de ellas han sido recibidas en el Albergue «El Buen Samaritano» que dirige el padre Gregorio López, el «Padre Goyo», donde reciben alimentación y un techo en tanto se hallan fuera de aquella tenencia que es azotada por la violencia.
Así pues, desde hace ya varias semanas, el Aguaje es el centro de las disputas entre grupos del crimen organizado y las fuerzas del orden y los más afectados son sin lugar a dudas los grupos más vulnerables de la población que viven en esta localidad, quienes como han podido han logrado salir en busca de apoyo a comunidades y municipios circunvecinos.
Se han instalado en la cabecera municipal de Apatzingán centros de acopio para recibir donaciones de víveres y artículos de primera necesidad para apoyar a las familias, que a decir del padre Goyo, se trabaja en la colecta de apoyos para ayudar a estas personas que se esperan en uno o dos meses puedan tener un retorno seguro a sus hogares que tuvieron que abandonaran debido a la violencia que persiste en la zona.
El sacerdote ha hecho un llamado a empresarios y productores que tengan la posibilidad de emplear a estas familias ya sea en el campo o para realizar alguna actividad en la ciudad como en comercios y en casas, para que puedan disponer de algún recurso adicional en tanto retornan a sus hogares.
La situación es crítica, pero el gobierno federal parece no reaccionar.
El compromiso del gobierno del estado, que encabeza el perredista Silvano Aureoles Conejo, es garantizar la seguridad y la paz para las y los michoacanos, por lo que a través de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) los trabajos en la región Tierra Caliente fueron reforzados para hacer valer el Estado de Derecho.
Las fuerzas policiacas de Michoacán trabajan en la zona en plena coordinación con el gobierno federal para fortalecer la estrategia de seguridad y garantizar la tranquilidad de los ciudadanos, aunque sus adversarios políticos aducen lo contrario
Silvano Aureoles señala que no va a permitir a delincuentes que limiten la capacidad de desarrollo y de generación de oportunidades, sobre todo para las y los jóvenes, las mujeres y en general para la población.
