04 de septiembre del 2020.- La candidata rusa a vacuna contra la COVID-19 no ha provocado incidentes adversos y genera anticuerpos, según los resultados preliminares de los ensayos clínicos, detallados en un estudio difundido este viernes por la revista médica británica «The Lancet».
La publicación del informe llega semanas después del anuncio por parte de Rusia de una vacuna contra la COVID-19, con el nombre Sputnik V, de la cual pretenden producir alrededor de cinco millones de dosis mensuales entre otoño y principios del próximo 2021. Sin embargo, la OMS y el mundo científico observan con inquietud, ya que los investigadores rusos no han aportado detalles de las pruebas clínicas.
El estudio detalla los primeros hallazgos arrojados por dos ensayos clínicos en su fase temprana, en los que han participado 76 personas.
Rusia es el cuarto país del mundo con más casos confirmados del coronavirus, tras superar el millón de contagios (concretamente, 1.011.987 positivos), aunque mantiene relativamente controlada la tasa de fallecimientos, con alrededor de 17.500 muertes registradas.
Sin reacciones graves en 42 días
El grupo de expertos encontró que dos formulaciones -una congelada y otra liofilizada- de una vacuna que consta de dos partes son «seguras», pues no identificaron reacciones adversas de gravedad en más de 42 días e indujeron respuestas de anticuerpos en todos los participantes en un plazo de 21 días.
Los resultados secundarios de los ensayos, que no son tan relevantes como los primarios, también llevaron a pensar, según esto, que las vacunas producen asimismo, en un plazo de 28 días, respuesta de células T, que detectan y mata patógenos invasores o células infectadas.
La formulación congelada está diseñada para su uso a gran escala, mientras que la liofilizada se desarrolla teniendo en mente aquellas regiones de difícil acceso, pues puede almacenarse a temperaturas de entre 2 y 8 grados centígrados.
El estudio explica que la vacuna incluye dos vectores de adenovirus -el llamado «tipo 26 de adenovirus humano recombinante» o rAd26-S y el «tipo 5 de adenovirus humano recominante o rAd5-S-, modificados para expresar la «proteína del pico» SARS-CoV-2, herramienta clave que el virus utiliza para invadir las células humanas.
Con información de RTVE de España