22 Agosto 2020 Migrantes y refugiados
Una nueva encuesta de la agencia de migraciones reveló que el COVID-19 ha hecho cambiar las intenciones de más de la mitad de los centroamericanos y mexicanos que pensaban salir de su país en busca de trabajo y mejores oportunidades. Además, la pandemia ha hecho que el 20% de los migrantes consideren regresar a sus sitios de origen.
Cerca del 60% de las personas que pensaban emigrar en los países de Centroamérica y México pospusieron o cancelaron esos planes a causa de la pandemia del coronavirus, informó este viernes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Una nueva encuesta de la OIM también mostró también que más del 20% de los migrantes que ya se encuentran en otro país están considerando regresar a su lugar de origen tan pronto como sus condiciones económicas o las medidas de salud adoptadas por sus países lo permitan.
El 51% de los migrantes en Centroamérica y México perdieron sus trabajos debido a la pandemia y actualmente solo el 20% de ellos está trabajando, lo que sugiere que alrededor de un tercio del total de migrantes en la región no consigue ningún empleo durante su estancia en otros países.
Otro hallazgo fue que al 40% de los migrantes le redujeron sus horas de trabajo o salario y el 48% respondió que sus ingresos disminuyeron debido al COVID-19.
La encuesta se realizó en junio entre 1600 personas con el objetivo de medir y comprender el impacto de la pandemia en los planes migratorios.
Migrante cruzando por Chiapas, en México, de camino a Estados Unidos. Imagen tomada en 2018.
Salud física y mental
El sondeo examinó además la situación socioeconómica, la salud física y mental y los factores de riesgo que enfrentan los migrantes de la región, encontrando que prácticamente todos los participantes cumplen con las medidas preventivas de salud referentes al coronavirus.
De los migrantes encuestados, menos del 10% creía haber tenido COVID-19, aunque sólo la tercera parte había consultado algún servicio de salud. En este renglón, la OIM llamó a garantizar el acceso de esas personas a la salud.
Con respecto a la salud mental, más de la mitad de los participantes manifestaron miedo al contagio y trastornos por el aislamiento, la incertidumbre, las consecuencias socioeconómicas y las preocupaciones derivadas de la pandemia.
Una preocupación persistente de los migrantes tenía que ver con ser engañado o explotado a la hora de buscar oportunidades laborales. Aun así, la mayoría dijo que se arriesgaría a aceptar un trabajo en el extranjero incluso sin la información adecuada, lo que demuestra su alto riesgo de convertirse en víctimas de trata.
El 45% de los encuestados eran hombres, el 54% eran mujeres, y el resto se identificó como «no binario». La edad de los participantes oscilaba entre 26 y 45 años.