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Artículo de Fondo, Por Antonio TENORIO ADAME (17-VII-2020).- La carta de los intelectuales dirigida al Presidente AMLO lo excluye de ser un demócrata, a la vez hace un llamado a los partidos políticos para formar un frente opositor a la administración federal.
La primera sentencia contra el mencionado autoritarismo se derrumba por sí misma, dado que si ellos hacen uso de su libertad de expresión demuestran la vigencia y práctica de ese derecho.
Por eso la respuesta presidencial se hacía prescindible, no obstante, al Jefe de gobierno le seduce polemizar y cuestionó la presencia de la elite pensante durante los fraudes electorales, “dónde estaban”.
El acreditado académico, Roger Batra, en entrevista con Loret de Mola, se refirió a que el Presidente habló de los fraudes de la Transición no a los que se cometieron en 70 años de los gobiernos del PRI, “sistema en el cual se formó”.
Cualquiera que sea el periodo elegido no evita que el fraude electoral en México era un delito originado y protegido por el Presidente de la República, era un fraude de Estado, aunque a partir de los ejecutados desde la caída del sistema en 1988, se tomó conciencia social de que estas elecciones irregulares estaban siendo el picaporte para la instauración de un neoliberalismo salvaje.
Esta etapa fue de definiciones y por tanto en ella algunos destacados intelectuales establecieron alianzas estratégicas con los usurpadores que de diferente maneras burlaron la voluntad popular, e incluso fueron quienes promovieron el voto útil que dio lugar al arribo a Los Pinos al foxismo galopante y posteriormente a la administración de Calderón que abrió la Guerra de las drogas con resultados nefastos.
La crema y nata de la intelectualidad denuncia la supuesta anticonstitucionalidad en la conformación de la mayoría en el Congreso, una Ley que fue elaborada con anterioridad y su aplicación no connotaba ningun ilícito previsto, lo extraño es que la oposición mantuviera silencio por lo que dicho proceso no es ilegal. Morena no violó el debido proceso.
En uso de sus derechos y en razón de sus aspiraciones el grupo intelectual hace un llamado a formar un frente opositor de todos los partidos para que Morena no tenga mayoría en la LXV Legislatura. Aquí cae el segundo velo de la demanda intelectual, donde se descubren ciertas inconsistencias:
1. En México, en tiempos de la Transición, los intelectuales no militaban en los partidos, a su vez, los partidos carecen de inteligencia porque sus burocracias repelen el prestigio del pensamiento. ¿Acaso los tutores de la democracia en peligro son un partido sin partido?
2. La Transición a la Democracia en México ha sido de muy larga duración, casi medio siglo de reformas y enmiendas que dieron por resultado hasta 2018 cómputos indiscutidos y aceptados, sin embargo, el déficit democrático reside en la fractura que supone el creciente número de pobres cuya suma rebasa los 50 millones de mexicanos en pobreza; con los flagelos de la pandemia Covid 19 y el desempleo derivado de ella, el problema será más grave, y la desigualdad e inequidad social también.
3. El neoliberalismo ha orientado el sistema social a incrementar el individualismo a costa de disminuir el interés comunitario, de ahí que las autonomías que privilegian la libertad personal no siempre ponderan el bienestar colectivo y a veces lo confrontan: es necesario encontrar un equilibrio a favor de ambos intereses.
4. Entre líneas los intelectuales se quejan del manejo presupuestal que ha sido modificado por el Jefe del Ejecutivo, y como todo ejercicio de finanzas lleva el riesgo de afectar y beneficiar según se apliquen los rubros, la crítica proviene por la modificación de asignaciones rutinarias que modificaron prioridades tradicionales. Como es sabido la capacidad fiscal de los Estados es insuficiente 14 por ciento del PIB, por lo que el Gasto corriente permanece inalterado, por tanto los cambios en los proyectos prioritarios con las políticas sociales, ahora de rango constitucional, han tocado partes sensibles en la visión de los inconformes.
5. El poder de los intelectuales demanda que se haga una mayoría opositora que impida a Morena disponer libremente del Poder Legislativo, para que este se convierta en un contrapeso del Ejecutivo, como suele ocurrir unas veces a favor y otras no, en el sistema Presidencial.
Se presentan las siguientes objeciones:
A) En principio se proponen coaliciones en un procedimiento que los propios partidos han desechado, como ocurrió con el llamado del PAN siendo rechazado contundentemente por Movimiento Ciudadano, “no es tiempo de hacer números”, y también por el PRD que redujo la alianza a siete Estados en coalición,
B) En segundo término, el llamado a la coalición total ya fue aplicado en la campaña de Fox con “sacar al PRI de los Pinos”, en el llamado “voto útil”, una demanda que se convirtió en regresiva.
C) En Tercer lugar, la demanda principal de los hombres de ideas, es ganar la mayoría, una propuesta matemática, porque nadie asegura qué clase de mayoría será la que se levante.
De ahí que el problema principal que se demanda sea la de formar un Congreso no excluyente como se propone en la “ Deriva autoritaria”, sino aquel que el pueblo defina para garantizar la representación plural y diversa como ocurrió con las Legislaturas que dejaron huella en la historia del país, aunque eso será materia de la próxima entrega.
